María Teresa Rodríguez, piano
En 2023 celebramos los 100 años del nacimiento de la excepcional pianista mexicana María Teresa Rodríguez. Fue considerada una niña prodigio, ya que a sus cuatro años tras la influencia de su mamá; pianista y maestra de piano, y su papá; cantante, inició su formación en el lenguaje musical y la ejecución de piano. A partir de ahí, comenzó a fincar un ciclo profesional extraordinario.
Debutó como concertista a los 8 años de edad, tocando obras de Bach, Mozart, Chopin, Debussy y el Concierto No. 1 de Beethoven. Claudio Arrau escribió después de oírla (el 4 de octubre de 1942): “Ha sido para mí un verdadero placer constatar que se trata de un talento excepcional que tiene todas las cualidades pianísticas para hacer una gran carrera como concertista”.
Este pronóstico fue hecho realidad, pues María Teresa dio recitales ininterrumpidamente en todo México, Cuba, Estados Unidos, Uruguay, Argentina, Perú, Inglaterra, España, Holanda, Dinamarca y Alemania.
María Teresa estudió en Estados Unidos varias de las obras fundamentales del repertorio pianístico, con el eminente pianista y maestro ruso Alexander Borowski, Ha sido solista de las principales orquestas de México y de las sinfónicas de Boston, Cuba y Dallas, así como de la Filarmónica de Moscú, la Nueva Filarmonía de Londres, la Orquesta Nacional de Lima, la Orquesta del Festival de Aptos, California, y la Orquesta de la Universidad de Boulder, Colorado, entre otras.
Su maestro Alexander Borovsky le expresó que ella había sido la mejor alumna de toda su vida. Y Carlos Chávez, después de oírla tocar el Concierto “Emperador”, de Beethoven, comentó: como tocó María Teresa este concierto, nadie lo puede mejorar.
Además de sus éxitos continuos como concertista, difundió la música de compositores mexicanos, principalmente la de Carlos Chávez, de quien fue colaboradora en su taller de composición en el Conservatorio Nacional de Música (1960-1964) y bajo cuya supervisión trabajó toda su obra para piano, misma que grabó para la RCA en 1981, así como su concierto para piano y orquesta con Eduardo Mata y la New Philharmonia Orchestra de Londres.
En 1952 Carlos Chávez le otorgó una beca del INBA para estudiar y dar conciertos en Europa, con la condición de que no se quedara por allá, pues el país la necesitaba como maestra y pianista. De 1988 a 1991 dirigió el Conservatorio Nacional de Música, siendo la primera mujer en ocupar ese cargo.
Su labor musical fue reconocida al ser miembro del jurado del Concurso Internacional Federico Chopin en Varsovia, Polonia, en 1970; Internacional Ciudad de Montevideo, en 1972, y el Interestatal en San Antonio, Texas, en 1980. Recibió reconocimientos en su estado natal, Hidalgo, en 1988 y 1989, y en 1986 se le nombró huésped distinguida de la ciudad de Denver, Colorado. Asimismo, obtuvo la Orden al Mérito Cultural, otorgada por el gobierno polaco por difundir la obra de Chopin.
También fue galardonada con el Premio a la Excelencia Académica del Instituto Nacional de Bellas Artes en 1996. En el 2005 recibió un merecido homenaje durante las actividades artísticas del festival Instrumenta Verano que se realiza en el Estado de Oaxaca, al siguiente año, el INBA le entrega la Medalla de Oro de Bellas Artes, y en el 2008 el Gobernador del estado de Hidalgo Miguel ángel Osorio Chong le entrega la Medalla Pedro María Anaya, reconocimiento que otorga la LIX Legislatura del Congreso del Estado de Hidalgo.
En la Ciudad de México ofreció recitales frente a destacados compositores como Manuel M. Ponce, Julián Carrillo y Claudio Arrau. En 1989 participó en el homenaje a Carlos Chávez con motivo de los 90 años de su nacimiento, ofrecido por la Universidad de Florida en Miami.
En 1991 tocó en el festival México en el Arte, en Nueva York, y en 1993 representó a México en el Festival Europalia, en Bélgica, así como en el Festival Mexican Performing Arts.
El reto más grande que enfrenta cualquier instrumentista es recrear la obra de un compositor, dice Perogrullo. Escuchar a María Teresa Rodríguez equivale a oír adecuadamente los conceptos estéticos vertidos por cada uno de los compositores en el repertorio tradicional. En su haber concurren tres cualidades básicas. Una extraordinaria memoria (más de 400 obras), una peculiar sensibilidad y una solidez técnica inusual.
En el video:
Danzón Cubano de Aaron Copland
María Teresa Rodríguez y Tonatiuh de la Sierra, piano
Cuatro danzas mexicanas de Manuel M. Ponce
Concierto para piano y orquesta Op. 54 de Robert Schumann
María Teresa Rodríguez con la Orquesta Filarmónica de la UNAM dirigida por Roberto Manfredini.
HP, El trópico de Carlos Chávez
María Teresa Rodríguez y Tonatiuh de la Sierra.
Concierto para piano y orquesta No. 1 Op. 23 de Piotr Illich Chaikovski
María Teresa Rodríguez con la Orquesta del Festival de Cabrillo
Fuente: Fonoteca Nacional de México
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