Komische Oper Berlin
Moses | Robert Hayward |
Aron | John Daszak |
Joven doncella | Julia Giebel |
Joven 1 | Michael Pflumm |
Hombre/Efraimita | Tom Erik Lie |
Joven 2 | Johannes Dunz |
Mujer enferma | Karolina Gumos |
Sacerdote | Jens Larsen |
Virgen 1 | Julia Giebel |
Virgen 2 | Sheida Damghani |
Virgen 3 | Karolina Gumos |
Virgen 4 | Zoe Kissa |
Solistas | Julia Giebel, Karolina Gumos, Caren van Oijen, Michael Pflumm, Tom Erik Lie, Jens Larsen |
Ancianos | Tim Dietrich, Henrik Pitt, Matthias Spenke |
Bailarines | Meri Ahmaniemi, Csaba Nagy, Shane Dickson, Zoltan Fekete |
Música | Arnold Schoenberg |
Concertador | Vladimir Jurowski |
Escena | Barrie Kosky |
Escenografía | Klaus Grünberg |
Vestuario | Klaus Bruns |
Iluminación | Klaus Grünberg |
Coreografía | Hakan T. Aslan |
Dir. de coro | David Cavelius, Dagmar Fiebach (Coro de niños) |
Dramaturgia | Susanna Goldberg, Ulrich Lenz |
Junto a una zarza ardiente, un ángel ordena a Moisés que guíe a Israel en el camino correcto de Dios, es decir, sacar a su pueblo de Egipto. Moisés conoce a Aarón, quien tiene una idea propia de cómo realizar la “gran idea”. Con el apoyo secretamente opuesto de Aarón, Moisés se dirige a la gente, que le cree debido a ciertos prodigios y, confiando en su liderazgo, escapan de Egipto con él.
En el Monte Sinaí, Moisés recibe las tablas de piedra con los Mandamientos, leyes que surgen a través de su escucha absorta de la palabra de Dios. Mientras trata de darle a la piedra una forma inalterable, estalla el tumulto, en el que la erupción apasionada de una necesidad sensual se hace hacerse evidente. Así, las pasiones nobles, pero humanas, revelan que, con toda honestidad, este pueblo no es lo suficientemente maduro para los designios divinos. Finalmente, Moisés es persuadido por Aarón para hacer concesiones.
Fuente: OperaVision
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