Compositores mexicanos de música clásica en el Siglo XX – El Grupo de los Cuatro: Blas Galindo (Primera Parte)
Blas Galindo (1910-1993), es un caso notable en la música mexicana. De origen muy humilde, nació en 1910 en el poblado de San Gabriel, hoy Venustiano Carranza, en el estado de Jalisco. A base de talento, trabajo y tesón, llegó a ser una importante figura de la música mexicana.
Reproducimos aquí una parte de los comentarios que el propio Blas Galindo hizo en 1982 a Carlos Prieto acerca de su niñez y juventud, así como del descubrimiento y redescubrimiento de su vocación musical:
“Cuando tenía yo siete años, llegó a San Gabriel un maestro a enseñar coros; se llamaba Antonio Velasco.
—Pregunta en tu casa si te dan permiso para entrar en el coro que va a cantar en la iglesia —me dijo el maestro.
—¿Cuánto va a costar? —me preguntó mi papá.
—Nada.
—Pues entonces ve.
El maestro había conseguido un salón en el curato. El cura Irineo Monroy había comprado 50 solfeos de Hilarión Eslava y el maestro no me permitió cantar mientras no supiera solfear.
Como me vio muy interesado, me daba clases de piano a las 7 de la mañana en el curato. A las 8 sonaba la campana y yo corría a la escuela. Salíamos a las doce y yo corría otra vez a clase de solfeo y canto, que terminaba a la una o una y media. Me iba a comer a casa y luego regresaba a la escuela donde teníamos clase de tres a cinco. Descansaba de cinco a seis y luego cantábamos el rosario en la iglesia. A las siete regresaba a casa, pero no había luz. Con una lámpara de petróleo o con velas estudiaba mis clases de la escuela y repasaba el solfeo antes de cenar. Esa disciplina tremenda me ha servido toda la vida.
[…]
Cuando se fue Antonio Velasco, me llamó el cura Irineo Monroy para ofrecerme ser cantor y organista. Accedí.
[…]
El cura me consiguió un libro para aprender canto gregoriano. En pocos días ya lo podía leer; así fue mi escuela. Años después me dijo Carlos Chávez: ‘No tienes idea de lo mucho que aprendiste así’.
Un día, Bonifacio Figueroa, dueño del único piano del pueblo, aparte del que estaba en el curato, me dijo:
—¿Por qué no formamos una banda?
[…]
Como no había maestros, tomé la trompeta y empecé a ver cómo funcionaba; luego los saxofones, trombones, tuba, flautas y clarinetes. Puse a todos los futuros músicos a estudiar escalas y así formamos la banda. También formé dos coros, uno de niños, otro de señoritas.
[…]
Un día tuve que ir a cantar y tocar en la primera misa, la de las cinco de la mañana. Al salir de misa, fui a hablar con el cura.
—Yo necesito hacer una carrera, quiero hacer algo en la vida. Quiero estudiar para abogado. Me voy a ir a México.
Marcial Santana, un tinterillo de San Gabriel, me dio una carta para su hermano que vivía en México. Lo mismo hizo el cura, que también tenía ahí a su hermano.
Llegué a México, a la estación Colonia, como a las diez de la mañana. Era el mes de mayo de 1931…”
Blas Galindo: Siete piezas para piano / David González-Espinosa (piano)
Blas Galindo: Poema de Neruda / Orquesta de cámara Blas Galindo, dirige Guillermo Salvador
Blas Galindo: Sinfonía Breve / Orquesta Sinfónica de la UNAM, dirige Eduardo Mata
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Música en México presenta, en entregas semanales, un acercamiento a la historia de la música mexicana de concierto, escrito por Carlos Prieto, distinguido violonchelista, investigador y académico mexicano. Se trata de una serie de “apuntes” sobre la historia de la música clásica en México, que ofrecen claves para conocer y disfrutar su trayectoria.
Música en México agradece la generosidad e interés de Carlos Prieto y del Seminario de Cultura Mexicana al permitirnos divulgar este minucioso recorrido histórico por nuestra música.
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