Música popular: La colonia

Los inicios de la música popular mexicana, se remiten por unanimidad al año 1785 como la primera aparición pública y notoria de los famosos "sonecitos del país" durante el virreinato de don Fernando de Gálvez, o sea, 24 años antes del grito de Dolores.

La colonia
Por Música en México Última Modificación noviembre 28, 2021

Cuando los historiadores de la música mexicana se refieren a los inicios de la música popular mexicana, se remiten por unanimidad al año 1785 como la primera aparición pública y notoria de los famosos “sonecitos del país” durante el virreinato de don Fernando de Gálvez, o sea, 24 años antes del grito de Dolores.

Según relata Olavarría y Ferrari en su Reseña histórica del teatro en México, en el Gran Teatro Coliseo de la Metrópoli las autoridades se vieron obligadas a acceder a una petición general: incluir al lado de las tonadillas españolas, los populares “sonecitos del país”. Gracias al anhelado permiso, aquel público, ávido de escuchar música propia, pudo disfrutar con su dotación habitual de violines, arpa, mandolones, salterios y guitarrones, la música que desde hacía más de un siglo ocupaba el primer lugar en las preferencias de los nacidos en el país. La afición por aquellos cantos y bailes había simbolizado por largo tiempo una actitud independentista, y así lo consideraban los comerciantes, terratenientes y la nobleza criolla. Los más alarmantes sucesos apuntalaban sus temores: los brotes independentistas se sucedían unos a otros, los levantamientos y sublevaciones en Nayarit, Santa Fe y el célebre complot de los Machetes de Orizaba eran ei preludio de una revolución general.

Fuese como fuese, las indispensables graciosas, cantantes y bailarinas como José Morales “El Bicho” y María Loreto Rendón, que dispensaban sus representaciones de sones populares al público, llegaron a recibir el fabuloso sueldo de mil pesos anuales. La aceptación y práctica de las canciones populares en las clases altas del país, venía de mucho tiempo atrás; aquellos sones que se tocaban, cantaban y bailaban en diferentes regiones del país, eran mucho más conocidos de lo que actualmente podríamos imaginar.

En el método para cítara de Sebastián de Aguirre publicado en 1650, citado por Gabriel Saldívar, aparecen un sinnúmero de formas bailables que ilustran la mezcolanza que existía durante la Colonia en materia de canto y danza. Aparecen ahí revueltos, tocotines, el huasteco, un panamá portorrico de los negros, chiqueador de la Puebla, zarabanda, pavana, vascas, balonas, jácaras, torbellinos y chaconas.

Ya desde los inicios de la época colonial, cronistas e historiadores señalaron la omnívora disposición de la sociedad para consumir música en saraos, fiestas y representaciones. Músicos importados directamente de la metrópoli se encargaron de proporcionar la única clase de diversión aceptable a esta sociedad rentista y ociosa: la música que viniendo de España, les recordara su origen y lealtades peninsulares. Pronto surgieron variantes, nuevas formas a partir de las que habían traído consigo los españoles. Ritmos diferentes, melodías novedosas, nacieron en el ambiente americano. Pronto se utilizó el nombre genérico de “sones” para todo lo producido en el país.

Fuente: Moreno Rivas, Yolanda. Historia de la música popular mexicana, Alianza Editorial Mexicana, 1979.

Música en México
Escrito por:
Redacción. Música en México tiene la misión de promover la música clásica – y la música nueva – en México, y de dar a conocer una selección de las actividades musicales en el resto del mundo.

Comentarios

Escucha en directo
Música en México +
mostrar radio