por José Antonio Palafox
¿Qué es un clásico? Charles Augustin Sainte-Beuve (1804-1869) dice que un clásico es una obra sensata, bella y sana que enriquece el espíritu humano, además de ser fácilmente contemporánea a todas las épocas. Por su parte, Italo Calvino (1923-1985) piensa que un clásico es una obra que nunca termina de decir lo que tiene que decir y por eso provoca un descubrimiento constante, amén de servir como punto de comparación para que nos definamos en relación o en contraste con ella.
Aunque ambos autores se refieren a la literatura, nos parece que sus opiniones son fácilmente aplicables a cualquier otro arte, en este caso la música y —particularmente para este texto— las canciones de Joan Manuel Serrat (1943). Y es que ¿quién no conoce, aunque sea en la voz de otros intérpretes, alguno de los temas compuestos por el cantautor y poeta barcelonés? ¿O quién, al leer un libro de poemas de Federico García Lorca, Miguel Hernández, Eduardo Galeano, Antonio Machado o Mario Benedetti, no ha reconocido en algún texto de estos y muchos otros autores de primerísimo nivel la letra de una canción de Serrat?
Modas van y vienen, pero la música de Joan Manuel Serrat permanece y sigue diciéndonos algo, ya sea de carácter político, fraternal o amoroso. La universalidad y vigencia de sus temas lo ha convertido en un clásico ineludible de la música, y esa es una de la razones por las que el director de orquesta, pianista, organista y clavecinista argentino Leonardo García Alarcón (1976) ha elegido la figura de este importante artista español como eje alrededor del cual gira De vez en cuando la vida: Joan Manuel Serrat y el Siglo de Oro, el más reciente disco de Cappella Mediterranea, agrupación fundada por el propio García Alarcón en el 2005.
A Cappella Mediterranea la conocemos por su espléndido trabajo de difusión de grandes obras de la música antigua, del Renacimiento y barroca en discos como los Madrigales de Jacques Arcadelt, Ulises en la isla de Circe de Gioseffo Zamponi, Vespro della Beata Vergine de Monteverdi, Sogno Barocco (en colaboración con Anne Sofie von Otter) o El diluvio universal de Michelangelo Falvetti, que destacan por su impecable calidad interpretativa y su meticulosa lectura de las partituras abordadas. Es por ello que puede parecer insólito que en su nuevo disco, lanzado al mercado en octubre del 2018 bajo el sello Alpha, encontremos obras de grandes exponentes musicales del Siglo de Oro español como son Mateo Flecha “el Viejo” (La bomba), Juan Bautista José Cabanilles (Mortales que amáis), Lucas Ruiz de Ribayaz (Xácara por primer tono) y Francisco Valls (Esta vez, Cupidillo) al lado de una espléndida adaptación para arpa de una de las piezas que conforman la famosa Música callada del compositor barcelonés contemporáneo Federico Mompou y algunas de las canciones más famosas de Joan Manuel Serrat, como Romance de Curro “El palmo”, Mediterráneo (elegida en el 2004 como la mejor canción dentro de la historia de la música popular español), De vez en cuando la vida, Pare y Aquellas pequeñas cosas, además de dos temas populares catalanes (La cançó del lladre y La presó de Lleida) que Serrat interpretó en su segundo álbum, Cançons tradicionals, editado en 1968.
Sin embargo, lo que inicialmente podría parecer una combinación disparatada, se convierte en un muy disfrutable viaje por las luminosas sonoridades propias del barroco español. La acertada conjunción de los elegantes arreglos del músico argentino Quito Gato, las voces de las sopranos Mariana Flores (que canta los cuatro temas de Serrat en español) y María Hinojosa (que canta los tres temas de Serrat en catalán) y el cálido sonido de los instrumentos de época consigue dar a todo el disco una atmósfera íntima más acorde con la profundidad de las letras de los temas de Serrat que ese primer y grandilocuente acercamiento a la música del cantautor español desde la perspectiva de la música de concierto que fue Serrat sinfónico, un disco editado en el 2003 donde algunos temas clásicos del cancionero de Serrat fueron reinterpretados en clave sinfónica por el compositor Joan Albert Amargós y el propio Serrat. En De vez en cuando la vida…, las delicadas y contundentes letras del cantautor español se amoldan adecuadamente a la compleja riqueza melódica, tímbrica y rítmica de la música barroca, y consiguen una unidad estilística poco usual con las composiciones de cuatro de los grandes maestros del periodo de mayor esplendor de la música española y uno de los principales representantes de la música del siglo XX, con lo que obtienen un fascinante efecto de atemporalidad que da la razón a Sainte-Beuve y Calvino porque, aunque arriesgada, esta es una manera distinta y propositiva de revisitar a un clásico que todavía tiene mucho qué decir.
Joan Manuel Serrat: Mediterráneo / Mariana Flores (soprano) y Cappella Mediterranea, dirige Leonardo García Alarcón
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