El oboe es un instrumento musical de viento formado por un tubo de madera cónico en Alemania y cilíndrico en Francia, largo y estrecho, con 16 a 22 orificios, un complejo mecanismo de llaves y una embocadura con lengüeta doble. Por su sección más estrecha, caña más angosta y orificios dispuestos de manera algo diferente, el tipo francés suena más penetrante que el alemán. Como instrumento de doble caña, la lengüeta doble consta de dos delgadas láminas, finamente talladas en madera de caña, atadas sobre un pequeño tubo metálico, y cuyos extremos, que vibran libremente, se entrechocan periódicamente. La caña se vuelve hermética mediante la aplicación lateral de corcho, y se introduce en el instrumento.
El oboe d’amore suena más suave por su campana periforme, apareció hacia 1720 y gozó de gran predilección (Bach, por ejemplo) hasta fines del siglo XVIII. Sin embargo, R. Strauss lo utiliza en su Sinfonía doméstica, Holst en su Rapsodia Somerset, Ravel en el Bolero, y en un concierto de John McCabe (1972).
Se han escrito muchos conciertos para el oboe como instrumento solista, por ejemplo Vivaldi, Albinoni, Richard Strauss, Vaughan Williams, Martinu, Pasculli, etc.
Fuentes: Atlas de la música, I, Madrid, Alianza Editorial, 1982; Michael Kennedy, The Oxford Dictionary of Music, Oxford, Oxford University Press, 1985
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