Nombre genérico de los instrumentos de viento que histórica y generalmente se construyen de madera y que se soplan ya sea en forma directa (flauta, flauta dulce) o por medio de una o dos lengüetas (clarinete, oboe); consisten básicamente de un tubo con agujeros que, tapados o destapados por los dedos del ejecutante permiten alargar o acortar la columna de aire vibrante y por lo tanto, variar la altura. La denominación “madera” también incluye algunos instrumentos de metal como son los saxofones y algunos modelos de flauta y clarinete. La diferencia entre “maderas” y “metales” radica no tanto en el material sino en la forma de producir el sonido: en los metales el ejecutante presiona los labios contra una pieza en forma de copa o embudo.
En la orquesta sinfónica, madera para dos significa dos ejecutantes por cada tipo “común” de instrumentos (dos flautas, dos oboes, dos clarinetes y dos fagotes) tal y como lo especifica, por ejemplo, Beethoven; maderas por tres, son tres ejecutantes por cada instrumento y en este caso es normal que uno de los músicos pueda ejecutar algún instrumento “extra” de la familia como puede ser el flautín, corno inglés, clarinete bajo o contrafagot.
Arthur Jacobs, Diccionario de música, Buenos Aires, Editorial Víctor Lerú, SRL, 1958.
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