La acción de la ópera “El caballero de la rosa” (Der Rosenkavalier, 1911) de Richard Strauss, libreto de Hugo von Hofmannsthal, transcurre en la gran Viena del siglo XVIII.Y es lo cierto que esta obra debe su popularidad en gran medida a sus preciosos valses, que ambientan al espectador en un entorno inconfundiblemente vienés.Pero si reflexionamos, veremos aquí un evidente anacronismo: el “vals” es una música propia del siglo XIX, no del siglo XVIII. En la Viena que nos evoca “El caballero de la rosa” nunca pudieron haber sonado tales valses. Por supuesto que ésta es una licencia consciente, pues ambos autores conocían perfectamente bien esta divergencia histórica y la utilizaron con pleno conocimiento para una mayor evidencia de la ambientación musical. Fuente: José Luis Temes: Apuntes anecdóticos de historia de la música, Madrid, Ediciones Línea, 1983.
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