La sardana es una danza que se baila en corro, mirando hacia el centro. Al sonido de la cobla, los danzantes, hombres y mujeres alternados en número indeterminado, se dan las manos y puntean meticulosamente con los pies unos pasos cortos y largos, conocidos por todos los participantes. La cobla es el conjunto instrumental típico de Cataluña que toca sardanas: suele estar formada por 11 músicos: un flautín y tamboril, dos tiples, dos tenores, dos trompetas, dos flautas, un trombón y un contrabajo. El origen de la sardana es todavía confuso, aunque últimamente existe bastante consenso en considerar que el contrapás y la sardana corta son sus antecedentes más plausibles.
La música y la melodía tienen tanta importancia como la coreografía y han alcanzado un valor sinfónico propio. La mayoría de las teorías coinciden en que la sardana tiene su origen en danzas griegas o prerromanas, y que el baile actual es la interpretación de la contradanza, una danza litúrgica del s.XIX.
El gran responsable de su modernización y popularización fue el músico Pepe Ventura, que durante el siglo XIX modificó la estructura de la sardana e introdujo la tenora en el conjunto instrumental (tenora: instrumento aerófono de doble cañón, de la familia de las chirimías). Su carga de identidad hay que atribuirla al líder de la Liga Regionalista Francesc Combó, que al principio del s.XX convirtió la sardana en “danza nacional de Cataluña”, motivo de identidad, orgullo y unidad.
Fuente: Patrimonio Cultural de la Generalitat Catalana
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