Schola Cantorum de Basilea, dirige René Jacobs
La Pasión según San Juan de Alessandro Scarlatti fue la primera puesta de la Pasión escrita en Italia en el siglo XVII. Hasta hace poco no se sabía cuándo Scarlatti compuso esta Pasión. Se suponía que fue escrita en Roma y que Scarlatti había tomado como modelos dos versiones de la Pasión de Vincenzo Amato de Palermo, su tío paterno. La Pasión se ha conservado en dos manuscritos, ambos de Nápoles. Recientemente, el musicólogo Benedikt Poensgen afirmó que uno de ellos, que data aproximadamente de 1685, es un autógrafo. Hay alguna evidencia adicional para esta datación y la suposición de que fue escrito para Nápoles. Existe una fuerte similitud estilística entre la Pasión y dos conjuntos de Lamentaciones del mismo período, uno de ellos también de la pluma de Scarlatti y el otro escrito por su colega Gaetano Veneziano (1665-1716). Los dos compositores eran rivales por el puesto de maestro di cappella de la Real Cappella; Scarlatti fue designado para ese cargo en 1683.
Scarlatti utiliza el Evangelio según San Juan, capítulo 18, versículos 19-37. La Pasión no está formalmente dividida en secciones. Los distintos roles se asignan a voces solistas. La parte del Evangelista está compuesta para un alto, al igual que el papel de Pilato. La parte de Cristo es para bajo, las de Pedro y Judas están para tenor. Las turbae son a cuatro voces. El papel del Evangelista se establece de manera declamatoria, y es básicamente silábico. Sin embargo, existen algunas excepciones notables. El primero es el título: “La Pasión de nuestro Señor Jesucristo, según San Juan”. El Evangelista cierra la obra de la misma manera, cuando cita las Escrituras: “Mirarán al que traspasaron”. Ambos son melismáticos y, de este modo, estos dos pasajes se utilizan como marco. Además, en ambos casos Scarlatti incluye una sexta menor, ya sea ascendente (en la frase inicial) o descendente. Un tercer pasaje melismático en la parte del Evangelista es el anuncio de la muerte de Jesús. Scarlatti destaca las referencias a profecías del Antiguo Testamento planteándolas de manera arioso. Lo mismo ocurre con la parte de Cristo, que está acompañada por las cuerdas y el bajo continuo.
Fuente: Johann Van Veen para musica-dei-nomun.org
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