Rusalka de Antonín Dvořák

Con Rusalka, el compositor checo Antonín Dvořák creó una de las obras más intrigantes, estratificadas y musicalmente brillantes de finales del siglo XIX y principios del siglo XX.

Rusalka. Antonín Dvořák
Por Música en México Última Modificación febrero 17, 2020

Rusalka
Rusalka (bailarina)
Príncipe
Príncipe (bailarín)
Vodník
Vodník (bailarín)
Ježibaba
Princesa extranjera
Guardabosques
Pinche de cocina
Cazador
Duende del bosque 1
Duende del bosque 2
Duende del bosque 3
Bailarines

Ninfas de agua

Pumeza Matshikiza
Shelby Williams
Kyungho Kim
Morgan Lugo
Goderdzi Janelidze
Matt Foley
Riccarda Wesseling
Karen Vermeiren
Daniel Arnaldos
Raphaële Green
Justin Hopkins
Annelies Van Gramberen
Zofia Hanna
Raphaële Green
Morgana Cappellari, Lara Fransen, Laurine Muccioli,
Joseph Kudra, Robbie Moore, Shane Urton

Orquesta de la Ópera de Flandes

Música
Libreto
Concertador
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Escenografía
Vestuario
Iluminación
Dir de Coro
Dramaturgia

Antonín Dvořák
Jaroslav Kvapil
Giedrė Šlekytė
Alan Lucien Øyen
Åsmund Færavaag
Stine Sjøgren
Martin Flack
Jan Schweiger
Koen Bollen

El compositor checo Antonín Dvořák (1841-1904) creó una de las obras más intrigantes, estratificadas y musicalmente brillantes de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. El autor y dramaturgo checo Jaroslav Kvapil escribió el libreto inspirado en La sirenita de Hans Christian Andersen, el cuento de Undine de Friedrich de la Motte Fouqué y elementos de Die versunkene Glocke (La campana hundida) de Gerhart Hauptmann. Kvapil y Dvořák conectaron estas fuentes literarias de Europa occidental con los mitos de origen eslavo de los rusalki, espíritus femeninos del agua. El resultado fue una partitura lírica profundamente sentida con una orquestación ingeniosa que transforma de manera convincente las figuras de los cuentos de hadas en personajes realmente complejos.

Las fuentes más importantes para el tratamiento artístico del cuento de hadas de Kvapil y Dvořák se pueden encontrar en la tradición literaria occidental, sin embargo, ambos artistas también tomaron muchos elementos de la mitología popular eslava. En la creencia popular, las rusalki eran niñas que se habían ahogado o eran ilegítimas, y por lo tanto no bautizadas, niñas que habían sido asesinadas por ahogamiento. Esas niñas se convirtieron en víctimas que fueron excluidas tanto de los ritos funerarios eclesiásticos como paganos y, por lo tanto, pertenecían a los “muertos impuros”. La distinción más fundamental entre la tradición occidental y la eslava oriental es el origen humano del espíritu del agua: un rusalka no es un espíritu natural sin alma, sino un alma humana perdida.

Rusalka es un cuento de hadas sobre ninfas, una sirena, un duende del agua, una bruja, un príncipe y una princesa”

dice Alan Lucien Øyen, quien dirige esta nueva producción en Opera de Flandes. “Pero también es la historia de un padre que pierde a su hija, de una niña que quiere renunciar a todo por un sentido de pertenencia, de un joven que está confundido acerca de lo que la sociedad espera de él y, finalmente, en el personaje de la bruja, también es una historia de resentimiento y amargura por una vida que nunca se vivió.” El deseo de mostrar el realismo en el cuento de hadas fue el punto de partida para el director y coreógrafo noruego. Para él, Rusalka se trata esencialmente del choque entre los deseos incumplidos y la realidad ineludible. Por imposible que sea para el individuo evitar un destino predeterminado, todos buscamos una vida auténtica.

En esta producción, varios personajes son interpretados por un cantante y un bailarín. Esto ofrece a Øyen una forma de expresar el libreto de manera muy directa, así como revelar las emociones y motivaciones subyacentes de los personajes. “Esta ópera es una historia sobre alienación, sobre sentirse diferente”, explica. Ella sufre una profunda transformación antes de poder pertenecer a algún lugar, pero el resultado es que se siente más alienada que nunca en su nueva vida. Ella no se considera ni un espíritu del agua ni un humano y está cada vez más perdida y sola”. Es una historia reflexiva sobre nuestro deseo de elegir por nosotros mismos un lugar donde podamos sentirnos como en casa y vivir exactamente como siempre hemos querido. La intrépida Rusalka nos muestra cómo podemos tomar nuestras vidas en nuestras propias manos y contar nuestra propia historia, incluso frente a un destino que parece inevitable.

Este texto se basa en un artículo de Koen Bollen que apareció por primera vez en el libro del programa para Rusalka en diciembre de 2019.

Fuente: Opera Vision

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