En 1942, uno de los circos más grandes y famosos de esa época – Barnum and Bailey – comisionó al igualmente famoso compositor contemporáneo, Igor Stravinski, una polca para orquesta que serviría de música para un ballet interpretado por elefantes y coreografiados por George Balanchine. La Circus Polka, para un elefante joven, fue estrenada ese mismo año; el programa del circo dice así:
“El ballet de los elefantes”: Cincuenta elefantes y cincuenta bellas mujeres, en una coreografía original, un tour de force, destacando a la prima bailarina Modoc, el cuerpo de ballet y el cuerpo de elefantes.
Dirección de George Balanchine, Música de Igor Stravinski.
La comisión original la recibió el célebre coreógrafo Balanchine quien inmediatamente llamó a Stravinski: “¿Qué tipo de música?” preguntó el compositor. “Una polca”. “¿Para quién?” “Elefantes”. “¿De qué edad?” “Jóvenes”. “Si son jóvenes, lo haré”, contestó Stravinski.
Este acto fue presentado por el circo al menos 425 veces. La música tiene una duración de 4 minutos y fue estrenada en sala de concierto por la Sinfónica de Boston en 1944, bajo la dirección de Stravinski.
Una nota del programa de la Orquesta Sinfónica de Boston dice así: “La prima bailarina que menciona el programa del circo era Modoc, el elefante más querido y conocido del circo y le gustaba bailar. Pero el acto de ballet obligaba a los elefantes a usar una falda ridícula. Los elefantes son animales muy dignos y responden fácilmente a un ritmo de vals, por ejemplo, o a música de banda militar. La música de Stravinski les resultó confusa y les intimidó. Les robó de su sentimiento de seguridad y confianza en el mundo que los rodea, tan ajeno a su condición de vida natural. Faltó poco para que, después de tantas representaciones, la música hubiera provocado ¡una estampida!”.
Fuente: Eric Walter White, Stravinsky, The Composer and his Works, Berkeley and Los Angeles, University of California Press, 1966.
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