La Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), organiza el concierto interdisciplinario La voz del tlamatini a Miguel León-Portilla, en el marco del homenaje nacional que diversas instituciones públicas le rinden al gran historiador mexicano.
La Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) y las coordinaciones nacionales de Literatura y Teatro del INBAL preparan esta actividad que se llevará a cabo el lunes 8 de julio a las 20:00 en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, bajo la dirección huésped de Eduardo García Barrios; el repertorio está integrado por obras de compositores nacionales: el primer movimiento de La noche de los mayas y Janitzio de Silvestre Revueltas, la Sinfonía india de Carlos Chávez, Dios nunca muere de Macedonio Alcalá y el Huapango de José Pablo Moncayo.
La interpretación de las piezas musicales estará intercalada con la lectura dramatizada de textos de León-Portilla y de poemas en náhuatl –y su traducción al español– que el humanista ha rescatado en su obra, de poetas como Nezahualcóyotl, Macuilxochitzin y Aquiauhtzin de Ayapanco, a cargo de los actores Jennifer Moreno y César René Pérez. La producción escénica estará a cargo de la subcoordinadora nacional de Teatro, Lydia Margules. El vestuario ha sido diseñado por María y Tolita Figueroa.
“Es un enorme privilegio para todos los artistas: gente de teatro, de literatura y de música, hacer una fiesta al maestro que, en mi caso personal, a los 13 años leí por primera vez uno de sus libros y me marcó profundamente”, asevera en entrevista Eduardo García Barrios.
Se trata de “una iniciativa de la Secretaría de Cultura, para homenajear a uno de los grandes intelectuales de nuestro país. A través del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), se convocó a la OSN y después tuve el honor de ser invitado para dirigir este concierto, en el cual el centro es el maestro León-Portilla”.
El repertorio, agrega, fue seleccionado bajo la premisa de incluir obras que tuvieran relación con el mundo indígena. “Tendremos el primer movimiento de La noche de los mayas; Janitzio, relacionado con el mundo purépecha, y la Sinfonía india, que tiene esa relación con las danzas, los cantos e incluso los instrumentos de percusión de los indígenas del norte del país.
Y después, Dios nunca muere, que todos sabemos que es el himno de Oaxaca. Los oaxaqueños se ponen de pie ante este vals, que tiene versiones en zapoteco, en mixteco y es un símbolo del mundo indígena, de la tradición musical de Oaxaca. También incluimos el Huapango porque siempre es una fiesta, así que terminaremos con esta obra basada en sones jarochos, realmente, que a lo mejor no tienen una conexión directa con el mundo indígena, pero son sones mestizos”.
El director de orquesta también se refiere a la parte escénica del homenaje: “Entre las piezas musicales habrá actores, acción escénica, que prepara emocionalmente, además, para la música. Será un concierto con elementos teatrales; una dinámica de interdisciplina en la que la música ocupará el espacio más grande, pero habrá intervenciones teatrales que le darán este espíritu a todo el concierto y que enfocarán la atención hacia el trabajo del maestro”.
Fuente: literatura.inba.go.mx
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