La música del compositor francés Gabriel Fauré es simplemente exquisita. Conocido principalmente por su Requiem, hay muchas otras razones por las que deberías estar escuchando a este compositor excepcionalmente talentoso ahora mismo…
1. Su trabajo influyó en muchos compositores del siglo XX.
Fauré escribió una música agradable al oído, pero dijo que crearla era “como una puerta pegajosa que tenía que abrir”. Debussy lo destacó como “un maestro de los encantos”, ya que la sutil intimidad de su producción influyó en toda una generación de compositores franceses.
2. Su principal maestro: Camille Saint-Saëns
Gabriel Fauré nació en 1845, hijo de un maestro de escuela. Sus habilidades musicales fueron detectadas temprano en su infancia y el director de una escuela de música clásica en París quedó tan impresionado que le ofreció una plaza gratis al niño de 8 años. Cuando tenía 15 años, comenzó sus lecciones de composición con Camille Saint-Saëns, y los dos se hicieron amigos para toda la vida. Bajo la guía de un maestro tan alentador, Fauré desarrolló un estilo musical individual, aunque nunca fue particularmente ambicioso.
Una de las13 Barcarolles de Faure. Op. 26 no. 1
3. Era autocrítico.
Su Pavane de Fauré está llena de letras pintorescas sobre la indefensión romántica de la humanidad, una pieza que él llamó “elegante, pero no importante”. No estamos de acuerdo con la segunda mitad de esa declaración.
4. Prefería la música de menor escala, pero eso no impidió que sus composiciones fueran dramáticas.
A lo largo de su vida, Fauré se destacó en la música a pequeña escala: nunca escribió una sinfonía ni una ópera. Pero eso no significa que no tuviera instinto dramático, y su música incidental para varias obras siempre fue bien recibida. Quizás la más famosa de sus partituras teatrales fue la del drama Pelleas et Melisande de Maeterlinck, y la suite que hizo con ella sigue siendo muy popular hoy en día.
5. Sus historias amorosas alcanzaron la música
A los veinte años, se enamoró profundamente de Marianne Viardot, hija de un famoso cantante de ópera: se comprometieron en 1877, pero Marianne canceló la boda y el joven desconsolado se sumergió en su música. El Romance para violín y piano se escribió en esta época, y su sencilla melodía escalonada, que lleva a una breve efusión de pasión, es tan tierna que no puedes evitar pensar en la chica que parece haberla inspirado.
6. Fue un trabajador excepcionalmente duro
Aunque se hizo internacionalmente famoso a los cincuenta, nunca ganó suficiente dinero para renunciar a su trabajo docente: a lo largo de su carrera, sólo pudo componer durante las vacaciones de verano.
7. Y por supuesto, no podíamos dejar de lado su Requiem
Es casi seguro que la pieza fue un tributo musical a su padre, que murió en 1885, tres años antes de que comenzaran los trabajos en el Réquiem.
Fuente: Amy Mackenzie para classicfm.com
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