Concierto para clarinete y orquesta de cuerdas de Aaron Copland

Martin Fröst, clarinete Orquesta de cámara noruega   Sobre esta peculiar obra, Aaron Copland relata: “Terminé finalmente el Concierto para Clarinete después de la  temporada […]

Por Música en México Última Modificación abril 5, 2018

Martin Fröst, clarinete
Orquesta de cámara noruega

 

Sobre esta peculiar obra, Aaron Copland relata:

“Terminé finalmente el Concierto para Clarinete después de la  temporada de Tanglewood de 1948. La pieza dura aproximadamente dieciséis minutos y está dedicada a Benny Goodman. Goodman encargó una obra a Bartók en 1938 y a Hindemith en 1947, el mismo año que me contactó. Yo nunca hubiese pensado en componer un concierto para clarinete si Benny no me hubiera encargado uno. ¡No puedo soplar una sola nota en el instrumento! Aparte de mi arreglo de la Short Symphony a sexteto, en donde el clarinete es uno de los instrumentos protagonistas, la única experiencia que tuve con el clarinete fueron las partes orquestales. Por mucho tiempo fui un admirador de Benny Goodman, y pensé que escribir un concierto con él en mente me daría un punto de vista fresco. Nosotros no trabajamos juntos mientras componía la obra, pero después que la terminé y la envié, Benny me escribió para agradecerme y decir: ‘con algunas pequeñas correcciones, yo sé que tendremos una buena obra’. Cuando leímos el concierto completo, el clarinetista David Oppenheim estuvo cerca para apoyo moral. Yo había escrito la última página demasiado aguda, así que tuve que bajarla. Benny hizo otras pocas sugerencias –una de ellas concernía una nota alta en la cadencia (supe que Benny podría alcanzar esa nota ya que la había escuchado en sus grabaciones)–. Me explicó que aunque pudiera alcanzarla cómodamente cuando toca jazz para una audiencia, quizás no sea capaz de obtenerla si la tiene que leer en una partitura o para una grabación. Por lo tanto, la cambiamos.

 

El primer movimiento del Concierto para Clarinete es un lánguido aire en tiempo ternario, bastante excepcional para mí, pero el tema parecía pedirlo de esa forma. El segundo movimiento, una forma libre de rondó, es un contraste absoluto de estilo, severo, y de sabor jazzístico. Los movimientos están conectados por un cadencia, que le da al solista la oportunidad de demostrar sus virtudes, mientras introduce al mismo tiempo los fragmentos del material melódico que serán oídos en el segundo movimiento. La cadencia, escrita bastante cerca de lo que quise, es libre dentro de lo razonable –a fin de cuentas, esta y el movimiento siguiente son idiomáticos del jazz. No es ad libitum como en cadencias de muchos conciertos tradicionales; yo siempre sentí que hay suficiente espacio para la interpretación aún cuándo todo fuera escrito. Parte del material del segundo movimiento representa una fusión inconsciente de elementos obviamente relacionados con la música popular americana: ritmos de Charleston, boogie – woogie, y los aires brasileños populares. La instrumentación es para clarinete con cuerdas, arpa y  piano; no conté con una variedad de percusiones para lograr los efectos de jazz, así que utilicé slaps en los bajos y sonidos grandes de arpa para simularlos. El Concierto para Clarinete termina con una coda bastante elaborada concluida por un glisando o smear en la jerga jazzistica.

 

Asumí que  Benny planificaría la ejecución del concierto poco después que se terminara la obra, pero casi un año más tarde, él escribió (14 de febrero 1949), ‘me siento terriblemente desilusionado por no poder tocar el concierto el 10 de mayo, pero obviamente con mi actual situación sería tonto de mi parte tomar un trabajo tan importante en este momento (Goodman en ese tiempo contrajo severa una infección). Estoy ansioso por tocar el concierto en  público y le dedicaré mucho trabajo junto con Ingolf Dahl en Los Angeles; mientras tanto me mantendré en contacto contigo hasta que encontremos el momento oportuno para tocarlo.’ Hice una grabación con la partitura para dos pianos y se la envié a Benny. El estreno del Concierto para Clarinete finalmente sucedió el 6 de noviembre de 1950, Fritz Reiner dirigiendo la Orquesta Sinfónica de la NBC.”

 

Fuente: clariperu.org

El concierto inaugural de la Segunda temporada 2018 de la OFUNAM presentará esta magnífica obra de Aaron Copland con Manuel Hernández como solista. La cita es el 7 y 8 de abril en la Sala Nezahualcóyotl. Para mayor información consulte cartelera

Música en México
Escrito por:
Redacción. Música en México tiene la misión de promover la música clásica – y la música nueva – en México, y de dar a conocer una selección de las actividades musicales en el resto del mundo.

Comentarios

Escucha en directo
Música en México +
mostrar radio