Sinfonía no. 5 “Trágica”
Filarmónica de Munich, dirige Sergiu Celibidache
La Sinfonía no. 5 en si bemol mayor fue compuesta a partir del 14 de febrero de 1875, en que empezó el adagio y el año 1876 en que terminó el finale. Pero fue revisada durante los años 1877 y 1878. Esta versión no se publicó y solo se ha conservado el autógrafo y la copia presentada a Carl von Stremeyr, ministro de cultura austríaco, a quién está dedicada. Haas la publicó en 1936 y más tarde Nowak en 1952 con unas mínimas correcciones editoriales. Esta es la versión que normalmente se ejecuta. La obra no se estrenó hasta el año 1894 en Graz, dirigida por su alumno Franz Schald. Bruckner no pudo asistir a su audición por estar gravemente enfermo. Pero esta versión fue revisada por Schald, haciendo importantes cortes y cambios en la instrumentación y armonización, en un vano empeño de hacerla más digerible al público. Esta versión retocada es la primera publicada en 1896.
La versión que se comenta a continuación es la del año 1878 publicada por Nowak. Una extensa obra de 75 minutos de duración. El primer movimiento empieza con una introducción lenta adagio, un pizzicatto acompaña a figuraciones en las cuerdas, hasta la aparición de un coral en el metal separado por pausas. El primer tema del allegro es presentado por violas y violoncellos. Luego es interpretado por la orquesta. El segundo tema es de carácter lírico, un tema coral con pizzicatti en las cuerdas, con una contramelodía en los primeros violines. Aparece un tercer tema de mayor fuerza, presentado por toda la orquesta. Con un dúo nostálgico entre la flauta y la trompa termina la exposición. El desarrollo empieza recordando la introducción. Una especie de coral entonado por toda la orquesta cierra la sección. Entonces empieza la recapitulación. La coda termina con espectaculares fanfarrias de los metales y redobles de los timbales.
El segundo movimiento es un adagio con la estructura A, B, A, B, A, seguido por una coda. El primer tema A es presentado lánguidamente por el oboe, acompañado por el pizzicatto de la cuerda. Después de una pausa, se presenta el segundo tema B, como emergiendo del fondo de una iglesia, presentado por la cuerda. El tema es mas tarde tomado por el viento con mayor solemnidad. Luego vuelve el tema A con una orquestación más rica y con la entrada de un coral en el metal. Después el tema B se interpreta de una manera más serena y lírica. El tema principal A, aparece por última vez y cuando se le une el metal lo lleva hasta un impresionante climax. La música desaparece gradualmente, terminando con una suave coda.
El scherzo emplea material del anterior adagio, aumentando el ritmo de los pizzicatti. Contiene dos temas, el primero en la madera con la cuerda en pizzicatto, el segundo más lento, con un suave movimiento de danza. Los dos temas se combinan como una forma sonata en miniatura, teniendo su propio desarrollo y recapitulación. Termina con una rápida coda. El trio contrasta con el scherzo por su fina orquestación, casi mendelssohniana. Luego se repite el scherzo.
Termina con un majestuoso adagio, como cúpula de esta catedral que Bruckner ha elevado en honor a Dios. Imitando al Beethoven de la novena, al principio del movimiento cita frases de los anteriores, empezando por su introducción. Unas frases descendentes del clarinete separan los temas. El primer tema es presentado por violonchelos y contrabajos en forma de una fuga. El segundo tema en las violas es de carácter lírico y el tercero presentado por la madera al unísono con el metal, con movimientos ondulatorios de la cuerda, posee gran fuerza. Un majestuoso coral del metal con interjecciones de la cuerda cierra la exposición. Después de una pausa interviene la primera trompa y luego la madera, con frases cortas derivadas del coral. El desarrollo contiene una doble fuga de gran destreza técnica. Después de un episodio dramático se llega al clímax iniciándose la recapitulación. Cuando el primer tema fugado llega a su máxima fuerza, entra majestuosamente el coral en todo el metal y en una gloriosa conclusión también se le suma el tema principal del primer movimiento. Todo ello da lugar a una poderosa coda con fanfarrias del metal y redobles de los timbales.
Fuente: historiadelasinfonia.net
Nota de un melómano sobre la Sinfonía no. 5:
Empecé a oír la Quinta Sinfonía por la radio, pero realmente me impactó cuando la tocó en vivo Bernard Haitink en una visita que hizo a México con la Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam. Aún recuerdo que en medio del aplauso atronador que siguió a su maravillosa interpretación, Haitink tomó la partitura y elevándola en sus manos la mostró al público diciéndonos claramente, “los aplausos son para este”.
Hasta la fecha, las ejecuciones de Haitink, las cinco que tengo grabadas, siguen siendo mis preferidas en esta obra; sus interpretaciones grabadas en CD con la Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam, la Orquesta de la Radiodifusión Bávara, la de la Orquesta de la Capilla del Estado de Dresden , la Orquesta Filarmónica de Viena y la Orquesta Filarmónica de Berlín son todas a cual más de brillantes.
Por Leopoldo Rodríguez para Música en México
Sinfonía no. 6
Filarmónica de Munich, dirige Sergiu Celibidache
La Sinfonía no. 6 en la mayor fue empezada en 1879 y terminada en el mes de septiembre de 1881. Nunca la escuchó interpretar completa durante su vida. En el mes de febrero de 1883 la orquesta Filarmónica de Viena interpretó los dos movimientos intermedios, pero el estreno completo lo realizó Gustav Mahler el 26 de febrero de 1899, en una versión abreviada. Bruckner había preparado la obra para su publicación en 1894 la cual finalmente no se realizó. Doblinger la publicaría en 1899. Mahler realizó su propia versión variando la orquestación y realizando múltiples cortes. La versión original del compositor no se estrenó hasta el año 1935, siguiendo la publicación realizada por Haas en aquel año. Más tarde Nowak en 1952 realizó su propia edición que es muy similar.
Esta obra de dimensiones menores que la anterior, dura unos 54 minutos, es de concepción avanzada, empleando la polifonía orquestal o sea la mezcla de diversos temas, cosa que ya anuncia la música del siglo siguiente. No es extraño que no gustara demasiado al público de su época.
El primer movimiento es un maestoso que empieza con el ritmo marcado por los violines mientras violonchelos y contrabajos entonan el primer tema. Luego la orquesta entera recoge el tema. El segundo tema es muy lírico y el tercero está dominado por el trombón al unísono. En esta obra no utiliza las pausas para marcar la separación de los temas. Una pequeña coda con arpegios conduce al desarrollo. Se inicia con un gran crescendo basado en el primer tema. Un gran clímax anuncia el principio de la recapitulación. Aparece de nuevo el primer tema ampliado, seguido por el segundo y el tercero. El tema inicial se lo disputan la trompa y la trompeta con un acompañamiento en arpegios de la cuerda, hasta recuperar el ritmo del principio de la obra terminando brillantemente.
El adagio en esta sinfonía está escrito en forma sonata. El primer tema es sombrío, presentado por la cuerda acompañada por lamentos del oboe. El segundo tema, también en la cuerda, es más amable, con un carácter de consolación. El tercer tema es una marcha fúnebre marcada por el ritmo de los timbales. El desarrollo se basa en la primera idea, que en la recapitulación llega a su máxima expresión y al extinguirse da paso al segundo tema y a la breve repetición del tercero. Las violas dan un sereno aire de paz a la coda, que termina dulcemente.
El scherzo está compuesto por varias ideas cortas con ritmos punteados y fanfarrias del metal, expuestas en forma ternaria. El trío es contrastado, con llamadas de las trompas y suaves respuestas, presentándose como una sección relajada, antes de repetirse el vibrante scherzo.
El final bewegt, doch nicht zu schnell, movido pero no muy rápido, empieza con un tema en forma de marcha bastante siniestro. El metal le opone poderosas figuraciones, hasta tomar el tema en un fuerte tutti. Una nota de la trompa lo separa del segundo tema lírico. Un tercer tema aparece como una variante sincopada del tema de la marcha. Una reminiscencia del tema del adagio, empieza un corto desarrollo, que termina con una nueva frase lírica. En la recapitulación, el primer tema es ampliado y enriquecido. Se escucha luego el segundo tema lírico y la sección punteada de la tercera idea. Aparece el ritmo inicial llegando a un fuerte tutti, que termina bruscamente. La coda empieza suavemente con el tema de la marcha. Los trombones superponen el tema del principio de la sinfonía, terminando con un poderoso himno polirítmico mezclando los diversos temas.
En el mes de julio de 1882 Bruckner vuelve a Bayreuth para el estreno de Parsifal. Sería su último encuentro con Wagner, ya que éste moriría súbitamente en Venecia el 13 de febrero de 1883.
Fuente: historiadelasifonia.net
Nota de un melómano sobre la Sinfonía no. 6:
La Sexta Sinfonía no es de las más interpretadas del catálogo de Anton Bruckner a pesar de que el propio autor la calificó de la “más audaz” y que no comparte con la mayoría de sus hermanas, tanto el problema de los retoques y cambios del compositor como la polémica de las versiones, ediciones críticas etc.
En diciembre de 2018 tuvo lugar el último concierto de Haitink dirigiendo a la Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam con una interpretación de esta obra que ha sido calificada de monumental y colosal. La Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam demostró, una vez más, ser una de las mejores del mundo. “En el movimiento majestuoso inicial, Haitink demostró su capacidad de siempre para construir, además de ofrecer un sonido compacto, denso, vigoroso, como corresponde, pero al mismo tiempo, de una diáfana claridad en las texturas. Una cuerda aterciopelada, de sonido tan amplio como empastado, terso y brillante, unas maderas auténticamente deslumbrantes y unos metales de una seguridad y fulgor, realmente cegador, con una magistral batuta al frente aseguraron todo el clima de misterio de este primer movimiento. El segundo fue realmente mágico con una orquesta “cantando” los temas con dinámicas primorosas y una marcha fúnebre de una belleza embriagadora, que dejó al público sin respiración.” Al final del movimiento, Haitink lanzó un beso a la orquesta y la sala estalló en una gran ovación. Por encima de las reglas, que nunca pueden ser rígidas e inflexibles, está la espontaneidad del público, que aún estando al final del segundo movimiento no pudo reprimir la catarsis del aplauso y los vítores, sobrecogido ante tanta belleza. Destaca el diálogo con unas maderas (gloriosas), y el contraste entre todos los motivos rítmicos del tercer movimiento.Fabulosas también las trompas en este capítulo y durante todo el concierto y el contraste entre todos los motivos de este movimiento . El último movimiento puso brillantísimo broche de oro a una inolvidable interpretación. En definitiva, Haitink integró sentido de la construcción (fundamental siempre la arquitectura global en Bruckner), con capacidad para resaltar los abundantes contrastes rítmicos que contiene esta sinfonía, todo ello con impecable equilibrio, tempi coherentes y plena colaboración de una orquesta sobresaliente en estado de gracia en todas sus secciones y que ofreció un sonido fascinante.
En definitiva, una interpretación memorable con un veterano y sabio maestro al frente de una orquesta de ensueño. Ovaciones clamorosas que no duraron más, sin duda, para no obligar al veteranísimo maestro a más salidas a recibir los vítores del público. Afortunadamente existe una grabación en DVD de este concierto.
Por Leopoldo Rodríguez para Música en México
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