Berlin Philharmonic Orchestra
Karl Böhm, Conductor
Habiendo iniciado su camino en el reino del romanticismo tardío, Reger experimentó la fuerte influencia del estilo de Wagner. “Cuando a la edad de quince años escuché por primera vez a Parsifal en Bayreuth, lloré durante dos semanas y luego me convertí en músico”, dijo Reger. Pero en una extraña armonía (para los militantes brahmsianos y wagnerianos), también es un ferviente seguidor de Brahms. No es casualidad que sus impresionantes y magistrales variaciones sobre un tema de Haydn proporcionaran el impulso creativo para las variaciones de Reger sobre Mozart. Había un lugar de honor en su corazón para los ideales clásicos de la música, especialmente la admiración por Johann Sebastian Bach. La atracción por la polifonía, por las antiguas formas instrumentales representan la potencia de su música señorial para órgano y piano. “Solo puedo pensar en el lenguaje de la polifonía”, señaló el compositor. “No hay otra forma más libre que la fuga”. Los conjuntos de cámara son su otra gran pasión en la paleta multigénero de su obra. Reger fue profesor de composición en el Conservatorio de Leipzig, organizando conciertos como pianista y director, y haciéndose cargo con gran éxito la Capilla Sinfónica de la Corte en Meiningen. Los dos conjuntos de variaciones de Variaciones y Fugas sobre los temas de Hiller (1907) y Mozart (1914) son la cumbre de su obra sinfónica.
El tema de Mozart está tomado del movimiento inicial de la Sonata para piano en La mayor K. 331, escrita por Wolfgang Amadeus en 1783, también construida en forma de variaciones sobre un tema en el gracioso ritmo de siciliana. Reger construyó su composición en ocho variaciones y una fuga final. El suyo era un tipo peculiar de neoclasicismo: por un lado, estaba el impulso de revivir bajo una nueva luz el estilo de la época, pero junto con él habla con su música en un idioma moderno. El desarrollo motívico del tema en una variada textura orquestal está envuelto por el aroma de la armonía del romanticismo tardío: cromatismos y yuxtaposiciones tonales inusuales. Reger despliega la forma sinfónica con gran destreza. Algunas de las variaciones son bastante libres. “Solo la idea justifica el crecimiento, no el esplendor de la coloración”, fue la forma en que respondió a quienes elogiaron su talento como hábil orquestador. Más tarde hizo una versión para dos pianos de la obra en la que cambió la octava variación.
Fuente: sofiaphilharmonic.com
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