La Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ) celebró 100 años de tradición orquestal, en el Palacio de Bellas Artes, ayer 12 de julio, enfrascada en un conflicto.
La tensión entre su director artístico, Marco Parisotto, y un grupo de atrilistas “congelados” ha derivado en una demanda legal, una inspección del Instituto Nacional de Migración, acusaciones de discriminación y un llamado del movimiento “Me dueles OFJ” para no asistir a los conciertos.
Los inconformes piden la reinstalación de 22 músicos congelados en la gestión de Parisotto y su renuncia.
En conferencia telefónica, el gerente general Arturo Gómez apenas habló del concierto con el pianista Alexei Volodin para luego denunciar “juego sucio” contra la orquesta y respaldar a Parisotto. Acusó que algunos de los músicos congelados están acostumbrados a influir en la relación de la institución y el director artístico. Refirió que tanto Luis Herrera de la Fuente como Alondra de la Parra enfrentaron conflictos internos. “En las orquestas sinfónicas y filarmónicas, como en muchas empresas del mundo, se empieza por la disciplina y luego es la democracia”. De la plantilla de 78 músicos, hay 23 vacantes. Por eso, justificó, hay muchos invitados especiales y extranjeros con papeles en regla.
El concierto de la OFJ incluyó el Concierto para piano y orquesta No. 1, de Prokofiev, con Alexeim Volodin como solista y Petrushka, música para ballet de Igor Stravinski, en asu versión completa de 1947.
Fuente: Erika P. Bucio para Reforma
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