Federico Ibarra ha ido elaborando a lo largo de más de cuarenta años una obra de dimensiones considerables que lo han convertido en uno de los compositores más importantes y significativos de la música mexicana contemporánea. Su obra ha sabido aprovechar elementos y técnicas tanto tradicionales como de vanguardia y abarca casi todos los géneros de la música de concierto y de escena.
1. Sinfonía no.2 “Las antesalas del sueño”
La segunda sinfonía fue compuesta en 1993. Es una partitura inspirada en el surrealismo, que como epígrafe contiene un verso de Xavier Villaurrutia e integra en sus diferentes movimientos un lenguaje poético-musical teñido de dramatismo que intenta describir pensamientos interiores del propio compositor.
2. Alicia, ópera en 2 actos
Estrenada mundialmente en 1995, Alicia nos transporta a un mundo de fantasía, donde encontraremos escenas icónicas de la historia y los personajes más memorables de la narrativa de Carroll, como la Reina de corazones, el Sombrerero loco, el Gato de Cheshire, el Conejo blanco, entre muchos otros.
3. Concierto para violín y orquesta
El Concierto para violín y orquesta fue compuesto en 1997. Está escrito en un lenguaje armónico moderno sin llegar a la completa atonalidad.
4. Sonata III para piano solo
La Sonata III (1988) “Madre Juana” es la única de las sonatas para piano de Ibarra que posee un título. Éste parece hacer referencia a un texto de José Ramón Enríquez con el cual se basó para hacer una ópera homónima compuesta por Ibarra en 1986.
5. El pequeño príncipe, ópera en un acto
El pequeño príncipe es una ópera compuesta en 1988 basada en Le petit prince de Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944). Lo que parece un cuento para niños nos lleva a serias reflexiones filosóficas sobre nuestra sociedad. El compositor usa una música moderna sin estridencias, que proporciona la debida emotividad a la obra.
Fuente: historiadelasinfonia.es
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