Blas Galindo (1910-1993)
Más de 150 obras integran el legado de Blas Galindo, compositor notable de piezas sinfónicas, corales de cámara, para solistas y ballet, conciertos, cantatas, sonatas y suites, así como música de teatro y cine. Nacido el 3 de febrero de 1910 en San Gabriel, Jalisco, Blas Galindo perteneció al llamado “Grupo de los cuatro”, formado por Moncayo, Ayala y Contreras, compositores que se sumaron a la estética nacionalista de Ponce, Chávez y Revueltas.
1. Sones de mariachi
Orquesta Sinfónica Nacional, dirige Juan Carlos Lomónaco
La obra más gustada de Galindo, Sones de mariachi es un verdadero clásico de la música sinfónica mexicana. Está basada en el popular son La Negra, en la cual además incorpora los sones El Zopilote y Los cuatro reales. Originalmente compuesta para ensamble de cámara, Galindo hizo a petición de Carlos Chávez una adaptación para gran orquesta un año después de la versión original de 1940. Su aceptación nacional e internacional fue inmediata.
2. Sinfonía n.2 (1959)
The Louisville Orchestra, dirige Jorge Mester
La segunda sinfonía de Galindo tiene un carácter modernista iniciado en su sucesora, la Sinfonía breve, y a pesar de abandonar totalmente el estilo nacionalista conserva en sus raíces profundas el aspecto mexicano, pero expresado en un idioma más abstracto y difícil de reconocer en una simple audición.
3. Suite para violín y piano
Adrián Justus, violín
Silvia Navarrete, piano
La Suite es una pieza temprana en la producción de Galindo. Fue estrenada en el Teatro Hidalgo en 1933. Consta de tres movimientos: I. Danza, II. Melodía en Lento y III. Son huasteco. El carácter general de los movimientos primero y tercero es ligero y alegre, mientras que el bellísimo movimiento intermedio es lírico y expresivo, con un cierto sabor arcaico.
4. Siete piezas para piano
David Gonzalez-Espinosa, piano
Con las “Siete piezas para piano” compuestas en 1952 inicia una nueva etapa estilística en la obra de Galindo, en la que destaca la vaguedad tonal y el uso enfático de modalidad y polimodalidad. Junto con sus Cinco preludios, este conjunto es muy solicitado entre los pianistas mexicanos.
5. Homenaje a Rubén Darío
Director: Blas Galindo
Recitador: Carlos Pellicer
Grabación privada en vivo. Centro Libanés (1971)
Una obra enigmática e intensa. El narrador es una presencia dramática, casi una parte de la orquesta, muy hábilmente incorporado. Su participación aporta un flujo y reflujo de emoción realmente dramático, que permite apreciar el sentido del texto de Darío y la abstracta lectura sonora de Galindo.
Fuente:
– INBA
– Historiadelasinfonía.com
– Notas del disco Verso
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