El jazz como género popular ha evolucionado como una corriente independiente que ha influido y transformado la música tanto popular como culta. Su lenguaje ha sido el principal alimento de la mayoría de los géneros populares en Estados Unidos y similarmente en el resto del mundo.
El tremendo impacto sonoro de las orquestas de baile de Duke Ellington y Count Basie abrió el camino a las magníficas orquestas de Stan Kenton, Woody Hermann, Benny Goodman y Glenn Miller.
Poco después surgieron en México buenas versiones del género con orquestas como El Escuadrón del Ritmo de Gonzalo Curiel o la orquesta de Luis Arcaraz.
A partir de entonces la influencia del jazz se ha dejado sentir de un modo u otro en la música popular del país. Dentro de un movimiento jazzistico, que se ha desarrollado lentamente, destacaron importantes instrumentistas como Tino Contreras o Max Nava (batería); Mario Patrón, Luis O’Cádiz, Freddy Manzo y Juan José Calatayud (piano); Adolfo Sahagún u Chilo Morán (trompeta); Popo Sánchez y Chito Fierro (saxofón, tenor).
En su mayoría, no pretendieron componer una música original y prefirieron la adaptación de los modelos conocidos.
A partir de los setenta otro concepto de creación jazzística comenzó a notarse en agrupaciones como Blue Note, Méndez Trío, El Cuarteto Mexicano de Jazz y Sacbé. Últimamente, la integración del lenguaje y técnicas instrumentales del jazz con los estilos locales está propiciando el surgimiento de una música original y con un futuro promisorio. Entre estos grupos destacan Sacbé, Astillero y Antropóleo.
Fuente: Moreno Rivas, Yolanda. Historia de la música popular mexicana, Alianza Editorial Mexicana, 1979.
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