En la ciudad de Miami, falleció la renombrada violinista Ida Haendel, ciudadana británica, nacida en Polonia en 1923 o 1928 (las fuentes discrepan).
Reconocida por sus interpretaciones que combinan un lirismo intenso con un rigor clásico, emocionó a públicos en todo el mundo con una especial “mezcla de hielo y fuego que sacude al escucha”, escribió un crítico sobre la grabación de Haendel del concierto para violín de Sibelius. “Inmensa violinista” la llama Radio Classique, en una nota necrológica.
Después de escuchar una transmisión radiofónica de su concierto con Ida Haendel como solista, Sibelius comentó en 1948: “Su interpretación fue magistral. Me felicito que mi concierto ha encontrado un intérprete de tan elevado nivel”.
Su amplísimo repertorio incluía las grandes obras para violín solo así como los conciertos más destacados de los siglos XIX y XX. A lo largo de muchas décadas, grabó una y otra vez las obras de sus compositores preferidos: Bach, Beethoven, Brahms, Dvorák, Sibelius, Bruch y del siglo veinte, Szymanowski, Bartók, Stravinski, Khachaturian, Enescu entre otros.
Los melómanos mexicanos de la tercera edad posiblemente recordarán haber escuchado a Ida Haendel cuando visitó México, hay dos registros: en 1953 y 1959 ; en el primero fue solista de la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida nada menos que por Josef Krips, tocando el Concierto para violín de Brahms y en un segundo concierto la Sinfonía española de Laló. De vuelta en México en 1959, ofreció en Bellas Artes dos recitales de obras para violín y piano, acompañada por el pianista Miguel García Mora.
Fuentes: Radio Classique, Francia; 50 años de música, Palacio de Bellas Artes, México, INBA/SEP, 1986.
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