Falleció a los 90 años Francisco Savín, distinguido director de orquesta, compositor y pedagogo. Enemigo de dirigir con mano de hierro, poseía una personalidad cercana al director y compositor René Leibowitz. Aún así, en el podio se sabía “el rey absoluto”: “El director es el responsable de todo lo que pasa allí y nadie más puede hacer algo ni con oficios ni telefonazos, es aquí, con las manos”, decía.
“El ideal que siempre se persigue, y a través del cual se renace todos los días es poder dibujar con los movimientos la música, su sentido y comunicarlo”.
Formó a generaciones de músicos en las aulas del Conservatorio Nacional y la Escuela Musical del Centro Cultural Ollin Yoliztli. Fue subdirector de la Orquesta Sinfónica Nacional y posteriormente su director artístico, director de la Orquesta de Cámara de la UNAM y director de la Sinfónica de Xalapa, entre otros cargos donde realizó una destacada labor.
Como compositor resaltan sus trabajos: Quetzalcóatl (1957), Metamorfósis (1963), Formas plásticas (1965), Tres líricas (1966), Monología de las delicias (1969), Concresión (1969), Quásar (1970).
Fuentes: Erika P. Bucio, en Reforma. Música en México.
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