Música y deporte

Con el pretexto del inicio de las Olimpiadas de Tokio 2022, pensamos en hablar de la relación entre música y deporte.

Musica y deporte
Por Música en México Última Modificación agosto 6, 2021

Con el pretexto del inicio de las Olimpiadas de Tokio 2022, pensamos en hablar de la relación entre música y deporte. 

No son pocas las composiciones musicales inspiradas por los deportes; aquí una primera lista:

Claude Debussy (1862-1918): Jeux (Juego, 1913). Estrenada por los Ballets Russes dos semanas antes del explosivo estreno de La consagración de la primavera de Igor Stravinski, Jeux es un ballet corto que presenta tres jóvenes buscando una pelota de tenis perdida al anochecer; el final llega a una conclusión sorpresiva. La música es una de las composiciones para orquesta más atrayentes de Debussy.

Arthur Honegger (1892-1955): Rugby (1928). Poema tonal para orquesta. El tema musical va pasando de una a otra sección de la orquesta. La dicotomía de la disonancia y consonancia reflejan el combate en el juego y los pasajes finales glorifican la victoria del ganador.

Jean Sibelius (1865-1957): El sendero solitario para esquiar (1925), para narrador y piano; la composición está basada en un poema de Bertel Gripenberg. La pieza pone en movimiento temas de soledad y mortalidad al esquiar y los realza mediante ritmos sincopados y melodías sugerentes. También existe una versión para arpa y cuerdas.

Mauricio Kagel (1931-2008): Match (1964), para 2 cellos y percusiones del compositor, maestro y director nacido en Argentina y establecido en Alemania. Presenta un juego de tenis por medio de los dos cellos mientras el percusionista hace las veces del árbitro.

Emil Waldteufel (1837-1915): Vals de los patinadores (op.183,1882). Es sin duda la pieza más conocida del prolífico compositor francés de valses. Evoca un paisaje invernal del río Sena congelado: el sonido noble del corno contrasta con pasajes de la flauta, el piccolo y el violín. El uso de cascabeles de trineo y el triángulo agregan un toque navideño.

Mark-Anthony Turnage (1960): The Silver Tassie (El trofeo de plata,1997-9). Ópera basada en la pieza teatral del autor irlandés Seán O´Casey (1880-1964). La acción se desarrolla durante la Primera Guerra Mundial y se inicia cuando el héroe local acepta un trofeo de plata por sus victorias deportivas. El argumento prosigue a documentar el destino y trágico fin del deportista, víctima de la guerra. Turnage es uno de los compositores británicos más destacados de la actualidad. 

Charles Ives (1874-1954): Yale-Princeton Football Game (1898). Esta pieza encapsula la pasión de Ives por la música y el deporte. Egresado de Yale, el compositor estadounidense regresó a la universidad para presenciar el tradicional partido del título, experiencia que más tarde quiso plasmar musicalmente. Como en Rugby, de Honegger, la instrumentación caracteriza a distintos jugadores en el campo de futbol. 

Erik Satie (1866-1925): Sports et divertissements (1914). Colección de 21 miniaturas para piano, cada una acompañada por un pequeño poema que describe un deporte o pasatiempo. Satie utiliza la música de manera programática para reflejar las características de cada juego. 

Fuente: BBC Classical music

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