Descripción:
Un vals cantado de ambientación esencialmente francesa. Nos recuerda al París romántico y al estilo personificado por Ivonne Printemps, la actriz y cantante a quien está dedicada la pieza.
Los caminos que van al mar
han guardado, de nuestro paso
flores deshojadas y el eco, bajo sus árboles,
de nuestra risa clara.
Lejanos días felices,
radiante alegría desvanecida.
Marcho sin encontrar su rastro en mi corazón.
Caminos de mi amor,
les busco todavía.
Caminos perdidos, ya no existen
y sus ecos han enmudecido.
Caminos de la desesperanza,
caminos del recuerdo,
caminos del primer día,
Divinos caminos de amor.
Si un día he de olvidarle,
pues al fin la vida todo lo borra,
quiero que permanezca en mi corazón un recuerdo
más fuerte que el otro amor.
El recuerdo del camino
donde, un día
trémula y del todo abandonada,
sentí sobre mí arder tus manos.
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