Doménico Scarlatti residió en Madrid durante casi treinta años. El músico (hijo de Alejandro Scarlatti, también importante compositor italiano) había sido nombrado clavecinista de la princesa Magdalena Teresa de Portugal, quien le mantuvo a su cargo cuando se trasladó a España para casar con el príncipe Fernando, futuro rey Fernando VI. Cuando los príncipes se convirtieron en reyes de España, el fiel Scarlatti continuó al servicio de los monarcas. Trabajó también en El Escorial, donde conoció y fue maestro del padre Antonio Soler (1729-1783), quien escribió 120 sonatas para clavecín, quintetos para cuarteto de cuerdas y órgano, etc.
Scarlatti (1685-1757) se distingue por sus 550 sonatas en un solo movimiento, ejercicios innovadores que anteceden a la forma sonata. Escritas originalmente para clavecín, también se han incorporado al repertorio pianístico de grandes intérpretes. Las sonatas introdujeron muchos artificios técnicos en la ejecución del clavecín (repeticiones rápidas, cruce de manos, etc) que más adelante serían incorporadas por otros compositores. Su amplio catálogo incluye óperas, misas, cantatas, concerti grossi, sinfonías y fugas para órgano. Scarlatti murió en la madrileña calle de Leganitos, en 1757.
Fuentes: Michael Kennedy, The Oxford Dictionary of Music, Oxford, Oxford U. Press, 1985; José Luis Temes, Apuntes anecdóticos de historia de la música, Madrid, Ediciones Línea, 1983.
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