Orquesta Sinfónica de la Universidad Azusa Pacific, dirige Christopher Russell
En 1955, Leopold Stokowski, que ya había dirigido el estreno estadounidense en 1942 de la Sinfonía no.1 de Hovhaness, solicitó una nueva obra del compositor para su aparición debut con la Sinfónica de Houston, lo que indica que entre los compositores contemporáneos, Stokowski tenía una consideración especialmente alta por Hovhaness. Inicialmente, Hovhaness proporcionó una fanfarria de apertura titulada To A Mysterious Mountain, pero Stokowski pidió algo más sustancial. Más tarde, Hovhaness envió la Sinfonía no. 2 en tres movimientos, aunque no está claro cuánto de ella ya estaba compuesta. El estreno, retransmitido a nivel nacional por la radio NBC en octubre de 1955, fue un gran éxito tanto para el compositor como para el director.
En consecuencia, el trabajo pronto fue retomado por otros directores, apareciendo en programas de las Orquestas Sinfónicas de Cincinnati, Cleveland, Detroit y Boston. Stokowski también llevó la obra de gira a Europa y Rusia en 1958, donde se escuchó en Moscú, Leningrado y Kiev. La montaña misteriosa ganó un lugar permanente en el mapa sinfónico estadounidense con su grabación de 1958 realizada por la Sinfónica de Chicago bajo la dirección del renombrado director Fritz Reiner. Esta grabación, en el sello RCA Victor, consolidó la estatura de Hovhaness entre los compositores estadounidenses, más que cualquier otra grabación de su trabajo.
A pesar de acercarse al comienzo del canon de 67 sinfonías del compositor, la Sinfonía no. 2 apareció unos 19 años después de la primera. Tras su éxito, las obras orquestales intermedias de la década de 1940 fueron rebautizadas como “sinfonía” por Hovhaness y enviadas como tales a su nuevo editor CF Peters, pero la número 2 realmente sigue a la número 1 en términos de que fueron concebidas originalmente como sinfonías.
El subtítulo de la Sinfonía no. 2 no retrata ninguna montaña específica, sino “la idea completa de las montañas” según el compositor. Sin embargo, como ocurre con muchos de los títulos evocadores en la música, se agregó después de que se escribió la música, aquí por sugerencia de Stokowski. Este fue uno de los mejores consejos que tomó Hovhaness, dado el éxito abrumador de la obra, posiblemente atribuible en parte a su título evocador.
Fuente: hovhaness.com
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