El Foro Internacional de Música Nueva lleva el nombre de Manuel Enríquez, compositor mexicano, quien desde los años cincuenta se “atrevió a transitar por un camino abiertamente innovador y plural, apoyándose en un buen conocimiento de todas las tendencias recientes de la composición hasta ese momento “.
Durante el resto de su prolífica vida creativa siguió con detenimiento la creación musical internacional, experimentando y transformando su estilo y participando con nuevas obras y como solista en los principales festivales de música contemporánea . Las cualidades que persistirían en su música a lo largo de su carrera serían el predominio de la construcción tímbrica, el equilibrio expresivo y un oficio virtuosístico.
Nació en Ocotlán en 1926. Estudió música inicialmente con su padre, continuando en Guadalajara con los maestros Domingo Lobato e Ignacio Camarena, en la Escuela Superior de Música, que dirigía la maestra Áurea Corona. Estuvo después de un tiempo en Morelia, con el maestro Miguel Bernal Ximénez. En 1955 viajó a Nueva York, con una beca para la Escuela Julliard. En 1961 obtuvo la beca de la Fundación Guggenheim y trabajó en el Centro de Música Electrónica de las Universidades de Columbia y Princetón, en Nueva York.
Desde 1967 realizó frecuentes giras por Europa y América difundiendo, a través de recitales y conferencias, la música nueva, y sobre todo, la mexicana. En 1978 fundó el Foro Internacional de Música Nueva, presentando, desde entonces, anualmente, un importante acervo de la música mexicana y contemporánea, participando con compositores de otros países, quienes daban a conocer sus obras con los compositores mexicanos. Fue director del Departamento de Música del INBA y director de la Sociedad de Autores y Compositores de México.
Su actividad como violinista de concierto y compositor fue una de las más fructíferas de nuestro país. Manuel Enríquez se afirmó como una de las más sólidas personalidades a lado de Carlos Chávez, Silvestre Revueltas, Blas Galindo, Mario Lavista; y como uno de los compositores jaliscienses que más proyección internacional alcanzaron.
Su participación constante en los más importantes foros y encuentros de música contemporánea, colocaron a México en un lugar de consideración. Su obra ejerció una notable influencia en las generaciones jóvenes de compositores. Manuel Enríquez falleció el 26 de abril de 1995, en la ciudad de México.
Fuente: Omnibiografía.com; Yolanda Moreno Rivas, La composición en México en el siglo XX, México, Conaculta, 1994.
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