Opera North
Acto 1
Acto 2
Acto 3
Brunilda Kelly Cae Hogan
Sigfrido Mati Turi
Hagen Mats Almgren
Gutrune Giselle Allen
Gunther Andrew Foster-Williams
Waltraute Susan Bickley
Alberich Jo Pohlheim
Norna 1 Fiona Kimm
Norna 2 Heather Shipp
Norna 3 Lee Bisset
Woglinda Jeni Bern
Wellgunda Madeleine Shaw
Flosilda Sarah Castle
Coro Coro de Opera North
Orquesta Orquesta de Opera North
Música Richard Wagner
Libreto Richard Wagner
Concertador Richard Farnes
Escena Peter Mumford
Escenografía Peter Mumford
Iluminación Peter Mumford
ACTO 1
Las tres nornas hacen girar los hilos del destino. Las hijas de la tierra, la madre Erda, conocen el pasado y el presente, pero el futuro está más allá de su alcance. Los hilos se rompen.
Brunilda y Sigfrido han pasado la noche juntos, pero al amanecer ella lo exhorta a realizar nuevas hazañas: viajar por el río Rin para enfrentarse al mundo.
El viaje de Sigfrido por el Rin lo lleva al Palacio de los Guibichungos, hogar de los hermanos Gunther y Gutrune, y su medio hermano Hagen, el hijo de Alberich. Hagen insinúa que la fama de la familia estará incompleta hasta que se realice algún matrimonio. Siegfried desembarca en el sitio y ofrece un pacto sagrado de amistad Gunther por la fama de su nobleza. Con la ayuda de una poción que induce el olvido, Sigfrido es seducido por Gutrune. Bajo los efectos de la poción Sigfrido se compromete con Gunther a secuestrar para él a Brunilda. Mientras se pone en marcha río arriba, Hagen vigila y reflexiona sobre sus planes para expandir su poder sobre el mundo que una vez fue de Wotan.
Sola en la montaña, Brunilda es visitada por una de sus hermanas valquirias. Waltraute describe la penumbra que ha prevalecido en el Valhalla, y cómo los pensamientos de Wotan se han volcado hacia Brunilda. Al ver el anillo en el dedo de Brunilda, le ruega a su hermana que se lo devuelva a las doncellas del Rin para romper así romper su maldición. Brunilda se niega a ceder el anillo, ya que es la promesa de amor de Sigfrido.
Los cielos se oscurecen, y un extraño hombre se le aparece a Brunilda. Se anuncia como Gunther, que viene a reclamarla como novia, pero de hecho es Sigfrido disfrazado por un hechizo. Aunque Brunilda se resiste con violencia al extraño, Sigfrido logra dominarla, arrebatándole el anillo y poniéndoselo él mismo en la mano
ACTO 2
De vuelta en Palacio de los Guibichungos, Hagen sueña con su padre Alberich, quien ansiosamente le pide que sea fiel a su ambición.
Sigfrido ha regresado y se reúne con Gutrune. Hagen convoca a los vasallos de los Guibichungos para presenciar la boda doble.
La cautiva Brunilda es conducida ante la presencia de Gunther. Ahí descubre que no solo la obligan a casarse, sino que Sigfrido está casado con otra. Cuando ella nota el anillo en la mano de Sigfrido, ella lo acusa de traición. Sigfrido jura su inocencia.
Una vez que Sigfrido, Gutrune y los vasallos salen, Brunilda sucumbe a su desesperación. Hagen se ofrece a vengarla por el perjurio de Sigfrido y presiona a Gunther para que traicione el juramento de sangre que tienen pactado.
ACTO 3
En las orillas del Rin, las tres doncellas del río lamentan la pérdida de su paraíso natural. Sigfrido se ha separado de la expedición de caza de Gunther, y se siente atraído por sus cantos. En cuanto ven el anillo le ruegan que se lo devuelva. Sigfrido no está interesado en su poder, pero cuando sus súplicas se convierten en amenazas de muerte lo retiene y las desafía.
Los Guibichungos encuentran a Sigfrido y lo persuaden para que cuente la historia de su juventud. Cuando llega al punto donde conoció por primera vez a Brunilda dos de los cuervos de Wotan vuelan sobre sus cabezas. Mientras Sigfrido mira hacia arriba, Hagen clava su lanza en la espalda de Sigfrido. Desfalleciendo, en sus últimas palabras recuerda a su amada Brunilda.
Los testigos, consternados por el asesinato toman el cuerpo de Sigfrido para ser transportado por el Rin para su funeral.
Gutrune espera ansiosamente el regreso de los cazadores al Palacio. Hagen anuncia que el héroe ha sido víctima de un jabalí. Cuando Gunther se entera entiende que fue una trampa y ataca a Hagen, pero éste también mata a su medio hermano. En ese momento aparece Brunilda, lenta y majestuosamente, aludiendo a su pasado de valquiria. La muerte de Sigfrido le ha devuelto la videncia que había perdido con el amor. Ordena que se construya una pira funeraria y después profetiza un mundo en el cual el poder anterior será barrido. Brunilda reafirma su amor por Sigfrido y se ofrece a sí misma como un sacrificio para purgar el viejo mundo. Ella monta su caballo y cabalga hacia las llamas, que la engullen y se elevan para destruir al Valhalla. Mientras el Rin se desborda para apagar el fuego, Hagen intenta recuperar el Anillo del Nibelungo, pero las doncellas del Rin lo arrastran hasta su muerte.
Fuente: Opera Vision
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