¿Por qué hay cuartetos de Beethoven que se llaman “Razumovsky”?
Los cuartetos para cuerdas de Beethoven números 1, 2 y 3, en Fa mayor, en mi menor, y Do mayor, opus 59, llevan el sobrenombre “Razumovsky” porque fueron escritos por encargo y dedicados al conde y embajador ruso en Viena, Andreas Razumovsky, a su vez, un entusiasta músico aficionado que disfrutaba de tocar en cuartetos de cuerda. Cada uno de los cuartetos incluye un tema ruso; en dos casos son tonadas folclóricas. Los cuartetos fueron escritos entre 1806 y 1807, y si no fuera por éstos, nadie se acordaría del aún famoso Razumovsky.
Por esos años, la creciente sordera de Beethoven había despertado en él sentimientos de miedo y enojo, desafiantes.
Ahora estaba convencido de que su aflicción, como otras tragedias en la vida, podría ser superada y su genio creativo podría continuar su camino. En un cuaderno de apuntes para los cuartetos opus 59, se planteó a sí mismo la pregunta retórica: “¿Hay algo en el mundo que le impida a uno expresar su alma en la música?” La respuesta totalmente afirmativa puede encontrarse en los Cuartetos Razumovsky, la Sinfonía “Eroica”, la ópera Fidelio, la sonata Appassionata y las demás grandes obras de su segundo periodo creativo, que se caracterizan por una seguridad en cuanto a concepción y proporción realmente heroica.
Fuente: Melvin Berger, Guide to Chamber Music, Anchor Books, New York, 1990.
Comentarios