por Ricardo Rondón
El tiempo le ha dado a Jules Massenet (1842-1912) la razón. Después de una gran carrera creativa, y de ser la figura dominante dentro de la lírica francesa, pasó a cierto olvido, situación que se ha venido remediando en los últimos veinte años: hoy día el montaje de sus obras principales en los teatros liricos, así como la existencia de voces adecuadas para hacerle justicia a este genio de la música lírica. Aunque sus mejores óperas fueron creadas entre 1880 y 1900 no podemos ignorar las piezas menores cuando la calidad se percibe de inmediato. Cendrillon es su visión del inmortal cuento de Perrault, La Cenicienta. Esta pieza humaniza a los personajes convirtiéndolos en seres de carne y hueso. La edición Sony cuenta con actuaciones sobresalientes de Frederica Von Stade, Nicolai Gedda y Ruth Welting. Julius Rudel es el excelente director. Cherubin es una continuación del argumento de Las bodas de Fígaro, escrita con ideas líricas, claras y ligeras, un poco al estilo de Offenbach. Nuevamente hay cantantes de primera: Von Stade ,Samuel Ramey, June Anderson y Dawn Upshaw. Dirige Pinchas Steinberg con atinado romanticismo. (CD RCA). Le Cid narra el romance entre Rodrigo Díaz de Vivar y Chimene (Ximena). Ella lo odia al principio pero después cede a sus instintos. Plácido Domingo es un Rodrigo ideal y fue captado en su mejor momento. Grace Bumbry encarna a Chimene con fuerte pasión femenina y una voz que cubre todo el rango del personaje. . Eve Queler dirige esta función en vivo del Opera Orchestra of New York. (CD Sony). Don Quichotte es la última ópera de Massenet escrita como un vehículo de lucimiento para el célebre bajo Feodor Chaliapin. El bajo ruso materialmente se apoderó de la ópera y la llevó a varios rincones del mundo, siempre con gran éxito. Kazimierz Kord dirige a la Orquesta de la Suisse Romande en una presentación memorable de esta joya. Nicolai Ghiaurov es un Quixote espléndido en donde la belleza de voz y la compenetración artística se toman de la mano. Gabriel Bacquier es el Sancho ideal y la escena en que defiende a su amo de una chusma que se burla de él es un momento glorioso, impecablemente cantado e interpretado. Regine Crespin le da voz y sensualidad a Dulcinea y todo el proyecto es de primera (CD Decca). Esclarmonde es la más wagneriana de las óperas de Massenet. Se remonta a la Edad Media y narra el romance de Roland, un Caballero y la hechicera Esclarmonde, que acaba por perderlo por tramposa. La música es suntuosa y suculenta y un vehículo para una soprano de alcances sobrenaturales. Joan Sutherland la encarna con aplomo y frialdad. Vocalmente es sensacional aunque no se le entiende nada. Giacomo Aragall le da buen timbre a Roland y Richard Bonynge dirige a sus enormes huestes con control y entusiasmo (CD Decca). Herodiade es uno de los ensayos de Massenet en la religiosidad perfumada y erótica. Las motivaciones de los personajes en nada se parecen al tratamiento de Richard Strauss. Juan el Bautista está atormentado por el deseo que siente por la Salomé adolescente pero ella se suicida después de que Herodes manda decapitar al Bautista. La música es excelente con oportunidades de lucimiento brillantes para los cantantes. Michel Plasson dirige una excelente versión, absolutamente completa en cuanto a uniformidad en el elenco. Cheryl Studer canta muy bien a Salomé aunque sin la femineidad y erotismo de Regine Crespin en las selecciones que hace mucho editó EMI. Ben Heppner es el excelente Jean y Thomas Hampson le da prestancia y bella voz a Phanuel. Esta ópera está basada en un cuento de Gustave Flaubert y la recomendamos (CD EMI). Le Jongleur de Notre-Dame nos lleva al dulce mundo de la vida monástica en el S. XIV en Cluny. Massenet compuso el rol de Jean para un tenor lírico ligero pero la diva Mary Garden se lo apropió con éxito. Jean es un novicio que admira las muestras de agradecimiento y amor que profesan los Hermanos por la Virgen. Le rinde homenaje en la única forma que conoce, su oficio. Se pone su vestimenta y hace sus malabares y canciones mundanas. Los Hermanos lo reprueban pero la estatua de la Virgen le sonríe y bendice asombrando a todos. Jean muere en éxtasis. Alain Vanzó tiene la voz ideal para el Juglar, con finos tonos líricos y una extensión absolutamente musical. La sencillez de la inspiración de Massenet basada en un cuento de Anatole France cobra vida y nos emociona. La dirección de Roger Boutry con las huestes de la Opera de Monte-Carlo forman un marco ideal. (CD EMI). Manon es una de las obras más gustadas de Massenet. Todas las grandes sopranos de lírico y lírico fuerte enfrentan su glamour, cambios de carácter y volubilidad. Todo esto pasa en un romance juvenil salpicado de tonos de autodestrucción. La riqueza melódica y su frescura nunca dejan de asombrar. Naturalmente es una obra difícil de lograr porque se necesitan a varios actores de primera con voces magníficas. Esto no siempre sucede. Hay dos sopranos que han triunfado como Manon en los últimos años: Renée Fleming y Natalie Dessay En nada se parecen y ambas son convincentes. Fleming encabeza una grabación que incluye el Des Grieux de Marcelo Alvarez, bien cantado siempre y cuando no se le tiene que ver. Jesús López-Cobos es el excelente director (CD Sony). Ambos lo filmaron desde la Opera de París, cuya presentación es sencilla pero muy buena y con un vestuario magnífico. Prefiero el DVD. Dessay y Rolando Villazón trabajan bajo la dirección de David McVicar que capta y proyecta el corazón de la inspiración del Abate Prevost, que debe de haber sido un libidinoso. Ambos están en excelente voz y su entrega es admirable (Virgin Classics DVD). Los que escucharon a Montserrat Caballé como Manon en México no pueden olvidarla y fue captada en vivo en la Opera de Nueva Orleans en una edición ligeramente abreviada : suena increíble, con voz joven, fresca e irresistible, ideal para la parte. El estupendo Des Grieux es John Alexander. Dirige Knud Andersson (CD VAI). La versión clásica con la adorable Victoria de los Angeles y Henri Legay bajo Pierre Monteux sigue circulando en el mercado (CD EMI). La Navarraise es un culebrón con buena música y retos dramáticos. Las dos versiones que conocemos son excelentes y totalmente diferentes.
Lucia Popp y Alain Vanzo (CD Sony) y Marilyn Horne y Plácido Romingo (CD RCA). El segundo es más italiano pero,
tratándose de una obra francesa, nos quedamos con el primero que es más impresionante en su trágico final. Para los curiosos Decca lanzó Le Roi de Lahore en 1980 con Richard Bonynge en el podio y un elenco magnífico: Sutherland, Sherrill Milnes, Nicolai Ghiaurov, Huguette Tourangeau, Luis Lima y James Morris. La obra es divertida, con buenas melodías y momentos en el sol para cada personaje. Thaïs también se basa en Anatole France y narra la conversión de una cortesana lasciva que encuentra la luz a través de un monje, Athanael, que acaba por enamorarse de ella. Pero, la vida es cruel y Thaïs ya estaba citada con un coro de ángeles que la conducen al cielo mientras que el Monje hace un berrinche doloroso.
Renée Fleming se especializó en este papel y lo canta maravillosamente. Thomas Hampson es un Athanael convincente y sincero y Giuseppe Sabbatini encarna al hedonista Nicias con desparpajo y buena voz. Yves Abel dirige las huestes de la Opera de Bordeaux. El exquisito solo de violín en la Meditación es tocado por Renard Capucon y logra un instante mágico. Llegamos a Werther, para muchos la obra maestra de Massenet. Por lo pronto es de las favoritas del público actual y no hay tenor de valía que no haya querido enfrentar sus retos. Ninguno ha sido mejor que Jonas Kaufmann, cuya voz cubre infinidad de matices, gloriosos agudos y expresividad increíble. Sophie Koch le da dignidad y credibilidad a Charlotte y Michel Plasson conoce el corazón de esta obra y nos lo transmite (DVD Decca). Antonio Pappano dirige a las huestes de la Opera Real de Covent Garden en una realización llena de virtudes y excelencia musical. Roberto Alagna, en su mejor voz, es un Werther soberbio. Angela Gheorghiu, normalmente una cantante fría, aplica esta cualidad a Charlotte y le permite crecer dramáticamente. También canta con intención y belleza de timbre. (CD EMI). Esta es solo una probadita del genio de Jules Massenet que no dudamos perdure en los siglos venideros. Su música tiene algo para todos y envidiamos a los que están por descubrir las diversas expresiones de su creatividad. ¡Felicidades!
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