Rodolfo Halffter (1900-1987)
Rodolfo Halffter fue uno de los refugiados de la guerra civil española que enriquecieron extraordinariamente la cultura de nuestro país. En México inició una muy importante actividad docente, donde tuvo entre sus alumnos a Luis Herrera de la Fuente, Eduardo Mata, Mario Lavista y Arturo Márquez. Halffter trajo al país la enseñanza de la música serial y escribió en México parte esencial de su obra
1. Concierto para violín y orquesta op. 11 (1939/1940)
Henryk Szeryng, violín
Royal Philharmonic Orchestra, dirige Enrique Batiz.
Con el Concierto para violín, una de sus obras maestras, Halffter inaugura su catálogo de obras compuestas durante esta segunda etapa de su vida. Fue escrita poco tiempo después de su llegada a México, cuando su vida personal y familiar atravesaba momentos de enorme incertidumbre como suelen ser los primeros meses en la vida de un exiliado. Más allá del gusto por la disonancia y los aspectos burlescos de la música, esta obra se define por una impecable sobriedad y cierta simplicidad que se traduce en una depuración del discurso musical, una textura cristalina y una evidente economía de medios.
2. Suite del ballet Don Lindo de Almería, Op. 7
Orquesta Sinfónica de Minería
José Luis Castillo, director huésped
El manuscrito de Don Lindo de Almería (1926), una de las obras más curiosas y fascinantes del escritor José Bergamín fue musicalizada por Rodolfo Halffter en forma de Suite para ballet en el año 1935 en París. Fue llevada por primera vez a escena cinco años más tarde por la bailarina Ana Sokolov, en México. Otras dos obras de Bergamín formaron parte del repertorio de la compañía mexicana La Paloma Azul fundada por Sokolov y el propio Halffter: La madrugada del panadero y Lluvia de toros.
3. Tres Epitafios op. 17
Ensamble Escénico Vocal del Sistema Nacional de Fomento Musical
Los Tres epitafios Op. 17 de Rodolfo Halffter es una obra de excelente factura y gran difusión. Aunque está compuesta en un periodo de transición en el que el compositor inicia el camino hacia la atonalidad, encontramos aún en ella una escritura propia del neoclasicismo, algo que entronca bien con la temática de la pieza. La composición está dividida en tres partes en las que se toman textos del Quijote que corresponden a cada uno de los personajes principales de la novela: Don Quijote, Dulcinea y Sancho Panza. El compositor se acerca a las técnicas compositivas del siglo XVI a través de un tratamiento vocal de estilo silábico que se aproxima muchas veces al recitado, una textura predominantemente homofónica y elementos rítmicos hispanos propios de la época, pero todo ello envuelto en combinaciones armónicas plenas de modernidad.
4. Once Bagatelas, Op. 19
Chris Bremer, piano
Estas son once encantadoras bagatelas de una suave e irónica bitonalidad y con ecléctica mezcla de influencias estilísticas. Están Falla, Mompou, Bartók, Milhaud, Stravinski, Scarlatti y un toque del renacimiento español. Y, sin embargo, suenan completamente frescas y naturales.
5 Rodolfo Halffter: Homenaje a Antonio Machado Op. 13
Juan Carlos Garvayo, piano
Es una de las obras del primer exilio mexicano de Halffter. Escrita en 1944, fue un encargo de la Junta Cultural Española y en ella Rodolfo comenta musicalmente los versos machadianos de Campos de Castilla y Soledades: obra heredera del estilo híbrido del Rodolfo de preguerra, su estructura de “sonata condensada” en cuatro movimientos es un “reflejo del sentir poético” y testimonio de una “cierta afinidad espiritual” con el poeta andaluz, en palabras del propio compositor.
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