por José Antonio Palafox
Entre las grandes voces operísticas mexicanas que pisaron los escenarios internacionales en la segunda mitad del siglo pasado, el nombre de la soprano Maritza Alemán es referencia ineludible.
Tras estudiar en la Academia de Ópera del INBA, Maritza Alemán debutó en el Palacio de Bellas Artes en 1953, cantando el papel de Dmitri en la Fedora de Umberto Giordano. Aunque breve, esa participación fue el punto de partida de una impresionante carrera que llevó a la soprano a presentarse en los escenarios más importantes de nuestro país, encarnando a personajes como la Pamina de Die Zauberflöte, la Mimì de La bohème y, sobre todo, la Cio Cio San de Madama Butterfly, protagónico del que hizo una verdadera creación personal.
En 1955, Maritza Alemán participó en el estreno mexicano del oratorio Jeanne d’Arc au bûcher de Honegger, en 1959 encarnó a Blanche de la Force en el estreno mexicano de la ópera Dialogues des Carmélites de Poulenc y en 1963 cantó cuatro papeles (Lauretta, Psique, Magdalena y Eva) en el estreno en español de la ópera The Visitors (en ese entonces traducida como El amor propiciado) de Carlos Chávez. A finales de esa década decidió establecerse en Europa, donde desarrolló una sólida carrera en las más importantes casas de ópera de Austria y Alemania (Viena, Ulm, Mannheim, Salzburgo), cosechando sucesivos triunfos con un amplio y variadísimo repertorio que abarcó desde Le nozze di Figaro y Così fan tutte de Mozart hasta Aida, La forza del destino y Don Carlo de Verdi, pasando por Tosca y Manon Lescaut de Puccini, Eugene Onegin de Tchaikovsky, Carmen de Bizet, Les contes d’Hoffmann de Offenbach, Jenůfa de Janáček, Rusalka de Dvořák, Boris Godunov de Mussorgsky e incluso Porgy and Bess de Gershwin y Mavra de Stravinski. Y es la madurez artística que Maritza Alemán alcanzó en esas latitudes la que está representada en esta invaluable antología de arias y escenas de ópera.
Efectivamente, el primer volumen de la colección “Grandes voces de la ópera en México” —editado hace más de una década por la Universidad Autónoma Metropolitana campus Xochimilco en colaboración con el maestro Héctor Sosa— está formado por once grabaciones en vivo (el amable escucha sabrá perdonar las inevitables toses de fondo en algunas pistas) hechas en diversos teatros alemanes entre 1965 y 1971, en las que Maritza Alemán hace gala de la depurada técnica, el cristalino timbre y los admirables agudos que le granjearon el reconocimiento del público y la crítica especializada. A diferencia de otros álbumes recopilatorios, que evolucionan de modo progresivo, este nos toma por sorpresa al empezar de la manera más espectacular posible con una arrebatadora interpretación de Un bel di vedremo de Madama Butterfly, a la que siguen otros dos bellos momentos de la misma obra: una conmovedora Che tua madre dovrà y una dolorosa Tu, tu piccolo iddio. La profunda carga dramática con que Maritza Alemán impregna las palabras de Cio Cio San nos deja claro por qué este ha sido uno de sus personajes más aplaudidos.
Todavía no recuperada la cordura después de ese primer mazazo de belleza, nos sorprenden más delicias: tres arias de la exquisita ópera cómica La novia vendida (Prodaná nevěsta) del compositor checo Bedřich Smetana, aunque traducidas al alemán, como era costumbre en los teatros germanos de la época. Lo mismo sucede con la famosa escena de la carta de Tatiana del Eugene Onegin de Tchaikovsky y con la compleja Tu che le vanità del Don Carlo de Verdi que les siguen, pero esto no es motivo para que el amable lector se desanime. Si bien es cierto que no hay nada mejor que las versiones en el idioma original, también es verdad que no por ello dejan de ser disfrutables las traducciones interpretadas por una voz de semejante calibre. Y es que, a pesar de que se trata de arias escuchadas una y otra vez en su idioma original y con las más diversas intérpretes, la poderosa expresividad de Maritza Alemán rompe fronteras lingüísticas y consigue llegar directamente a la fibra sensible del escucha. Como muestra, escuche el amable lector las dos versiones de la famosa Vissi d’arte de Tosca incluidas en el álbum —la primera en italiano y la segunda, con que termina el disco, en alemán— y díganos si no siente la misma intensa emoción.
Giacomo Puccini: Un bel di vedremo (Madama Butterfly) / Maritza Alemán (soprano)
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