Interpretación flexible que se aparta del tiempo estricto real, “robando” o “modificando” el valor de algunas notas para obtener un efecto expresivo y crear una atmósfera espontánea. En la práctica el rubato se logra generalmente de dos maneras. Primero, manteniendo el pulso constante pero introduciendo sutilezas expresivas mediante pequeños cambios en la duración de algunas notas; este método fue muy común desde el siglo XVIII hasta entrado el XIX y al parecer lo usaron Mozart y Chopin. Segundo, haciendo cambios de tiempo de manera simultánea en todas las partes con la incorporación de recursos dinámicos como *accelerando y *ritardando a discreción del ejecutante; este método se ha asociado con virtuosos del siglo XIX como Liszt.
Fuente: Latham, Alison. Diccionario enciclopédico de la música. Fondo de Cultura Económica, 2008.
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