Compartimos algunos de sus aforismos más denotados:
Gracias a la sordera de Beethoven, los hombres escuchamos.
Conforme el tiempo pasa, el follaje del árbol Beethoven protege y arropa con mayor celo a la humanidad.
Beethoven le ha dado alivio a quien se consideraba perdido.
Cuando un relámpago ilumina el cielo, Beethoven llama.
Beethoven lava nuestro espíritu con el agua del dolor.
Beethoven nos permite ver en cada mujer, la belleza vuelta pasión.
Beethoven se nutría de la savia del roble; nosotros de su música.
Bach es el padre de la música, Beethoven el hijo pródigo.
Beethoven es el perro que ladra a su imagen en el espejo.
Después de Mozart si acaso Dios, sentenció Beethoven. En la inteligencia de que Beethoven es Dios.
Cuando tiembla, Beethoven está de buen humor.
Desde la más inescrutable oscuridad, Beethoven enciende nuestro interior.
Fuente: Eusebio Ruvalcaba, Pensemos en Beethoven, Conaculta/Ediciones Monte Carmelo, México, 2015.
Comentarios