Verdi

También conocida como La vida de Giuseppe Verdi o Divinas armonías, Verdi es una biografía del gran compositor italiano Giuseppe Verdi

Por Música en México Última Modificación septiembre 18, 2021

Director de más de 120 películas, el prolífico cineasta Carmine Gallone (1885-1973) fue uno de los principales exponentes del melodrama silente italiano entre 1914 y 1927, con títulos como La mujer desnuda (1914), Los vagabundos (1914), La marcha nupcial (1915), El coronel Chabert (1920), La tormenta (1922) y Los últimos días de Pompeya (1926). Sin embargo, la crisis que atravesó el cine italiano a finales de la década de 1920 obligó a Gallone a abandonar su país para pasar la siguiente década trabajando en Francia, Alemania e Inglaterra, países donde dirigió películas como La ciudad sin mujeres (1929), Mi corazón te llama (1934) y la primera de sus dos versiones de Casta Diva (1935). Invitado por Benito Mussolini, Gallone regresó a Italia en 1937 para dirigir la suntuosa superproducción Escipión, el africano (1937) —coproducida por Vittorio Mussolini, hijo del dictador—, que terminó convirtiéndose en un ejercicio de propaganda fascista sobre el triunfo de la invasión italiana de Etiopía (1935-1936). Pero aunque Gallone haya pasado a la historia del séptimo arte como glorificador del fascismo a través del séptimo arte, también es recordado como el hábil artesano que dirigió un puñado de entrañables películas sobre el mundo de la música de concierto y la ópera, entre las que se encuentran Melodías eternas (1940) —biografía ficticia de Wolfgang Amadeus Mozart—, Manon Lescaut (1940), Rigoletto (1946), Il trovatore (1949), Puccini (1953), la segunda versión de Casta Diva (1954), Madama Butterfly (1954), Casa Ricordi (1954), Tosca (1956) y la película que nos ocupa en esta ocasión: Verdi (1938).

También conocida como La vida de Giuseppe Verdi o Divinas armonías, Verdi es una biografía del gran compositor italiano Giuseppe Verdi (1813-1901) que abarca desde los comienzos de su carrera musical hasta el exitoso estreno de su ópera Aida en El Cairo, el 24 de diciembre de 1871. Hijo de un posadero y una tejedora, el joven Giuseppe, Beppino, sueña con convertirse en un gran músico. Ayudado por el empresario Antonio Barezzi (1787-1867), con cuya hija Margherita se encuentra comprometido, Verdi abandona su natal Busseto para estudiar en el Conservatorio de Música de Milán. Sin embargo, su deficiente educación musical (en gran parte autodidacta) es la causa de que sea rechazado en la prestigiosa institución. Pero el maestro Alessandro Rolla (1757-1841) se da cuenta de que el joven posee un gran talento natural que corre el peligro de desaprovecharse, así que lo pone en contacto con el veterano compositor Vincenzo Lavigna (1776-1836) para que le dé clases particulares. Casualmente, durante un ensayo del grupo coral del Conservatorio, Verdi tiene la oportunidad —impulsado por Rolla y ante la atenta mirada del empresario Massini— de sustituir al director de la orquesta y al director del coro en la interpretación de un oratorio de Haydn. La actitud profesional y decidida del joven músico ante una novatada que la orquesta pretendía hacerle y luego ante un no pedido despliegue de lucimiento vocal por parte de la vanidosa soprano Giuseppina Strepponi (1815-1897) —alumna del Conservatorio y futura segunda esposa de Verdi— llaman la atención de Massini, y es así que pronto el joven puede enviar a casa noticias de sus primeros éxitos como director del oratorio de Haydn y de La cenicienta de Rossini, y —aún más importante— del inicio de su colaboración con el joven libretista Temistocle Solera (1815-1878), quien le ha hecho llegar el texto de la que será su primera ópera: Oberto (1839). Sin embargo, la muerte del anciano Ferdinando Provesi (1770-1833), maestro de música de la catedral de Busseto y primer mentor de Verdi, hace que Antonio Barezzi y sus amigos pidan a nuestro protagonista que regrese a su ciudad natal para ocupar el puesto vacante. Pero apenas llegar Verdi a Busseto, Barezzi se entera de que la vacante ha sido ocupada por otro músico. En mayo de 1836, Giuseppe Verdi se casa con Margherita Barezzi (1814-1840), y pronto tendrán dos hijas (en realidad, fueron una niña y un niño). Tras varias vicisitudes en las que Strepponi juega un papel decisivo, Oberto se estrena en La Scala de Milán con aceptable éxito, y el empresario Bartolomeo Merelli (1794-1879) encarga a Verdi una nueva ópera: Un giorno di regno. Sin embargo, mientras el compositor trabaja en esta obra, sufre la pérdida consecutiva de sus hijas y de Margherita, víctimas de la viruela. Para colmo de males, Un giorno di regno resulta un completo fracaso. El destrozado artista decide entonces abandonar sus aspiraciones musicales, hundiéndose en una depresión de la que no le interesa salir hasta que, afortunadamente, Merelli y Solera ponen en sus manos el libreto de Nabucco (1842), que será su tercera ópera y la obra que cambiará su vida para siempre.

Inevitablemente, la información histórica y biográfica de Verdi es modificada en beneficio de la trama cinematográfica, pero ello no impide que sea una película ágil y fresca que cuenta entre sus aciertos con un espléndido reparto encabezado por Fosco Giachetti como Giuseppe Verdi. Su interpretación es convincente, además de que el parecido físico del actor con el compositor es notable. Sin embargo, la elección de Giachetti como protagonista no fue gratuita, porque uno de los objetivos de Carmine Gallone en Verdi era enfatizar el patriotismo del compositor para articular un discurso de corte nacionalista, y el actor —que volvería a encarnar a Giuseppe Verdi 15 años después en Casa Ricordi, también bajo la dirección de Gallone— era ya entonces, con su rostro severo y su voz grave, el arquetipo del viril héroe cinematográfico de la Italia fascista. Controvertidas lecturas políticas aparte, Giachetti fue acompañado en esta película por un puñado de destacados intérpretes: la actriz francesa Gaby Morlay como Giuseppina Strepponi, Germana Paolieri como Margherita Barezzi, Camillo Pilotto como Antonio Barezzi, Carlo Duse como Temistocle Solera, Eugenio Duse como el empresario Massini, Clara Padoa como la condesa Chiara Maffei (1814-1886), Gustavo Serena como el poeta y libretista Salvatore Cammarano (1801-1852), Guido Celano como el libretista Francesco Maria Piave (1810-1876), Lamberto Picasso como el compositor Gaetano Donizetti (1797-1848), Pierre Brasseur como el escritor Alexandre Dumas, hijo (1824-1895), Gabriel Gabrio como el novelista Honoré de Balzac (1799-1850), Henri Rollan como el poeta y novelista Victor Hugo (1802-1885) y Gino Viotti como el maestro Lavigna. Por si fuera poco, el melómano avezado se deleitará con la aparición de dos estrellas operísticas del momento: la distinguida soprano rumana Maria Cebotari (1910-1949) en el papel de Teresa Stolz (1834-1902) —soprano checa que interpretó el papel de Leonora en el estreno de La forza del destino (1862) y el papel protagónico en el estreno de Aida, además de cantar en el estreno mundial del Réquiem (1875) bajo la dirección del propio Verdi, con quien sostuvo una ambigua relación que muchos no han dudado de calificar como amorosa— y el gran tenor lírico Beniamino Gigli (1890-1957), que en el papel del tenor Raffaele Mirate (1815-1895) —intérprete del Duque de Mantúa en el estreno de Rigoletto (1851)— tiene una memorable escena ensayando el aria La donna è mobile con Verdi mientras navegan por los canales de Venecia a bordo de una góndola.

Desafortunadamente, la única copia que pudimos encontrar de esta película no se encuentra en su idioma original, sino doblada al español. Esperamos que esto no impida a nuestros amables lectores disfrutar las divinas armonías de Verdi.

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