Lourdes Ambriz*, Soprano
Emmanuel Padilla Holguín*, Arpa
La obra de Arturo Márquez es una herencia ecléctica que conjuga espontáneamente y sin pretensiones ideológicas, las tradiciones musicales mexicanas (clásicas y populares), las innovaciones vanguardistas, la música clásica europea, las influencias latinoamericanas (H. Villa-Lobos, E. Gismonti, A. Piazzolla) y la música norteamericana (blues, jazz, rock, rag y dixieland), dando origen a un lenguaje inédito que rebasa una clasificación a ultranza, pues oscila entre lo tradicional y lo heterodoxo, entre lo nostálgico y lo vanguardista, entre lo “urbano” y lo “costeño”.
Colección en tres partes con veinticinco poemas, Canciones para cantar en las barcas sobresale por su musicalidad, la pureza de sus líneas y la delicadeza de su inspiración. La interrelación entre estos elementos genera poemas aparentemente simples, pero sumamente complejos en su significación y lirismo. No obstante nutrirse abundantemente por la lírica hispánica (F. García Lorca, R. Alberti), los recursos vanguardistas como el correlato objetivo* y la poesía en lengua inglesa (T.S. Elliot, E. Pound, J. Joyce), Canciones tiene raíces muy profundas en las obras de grandes poetas mexicanos: Sor Juana de la Cruz (síntesis poéticas, influencias del siglo de oro español), E. González Martínez (la introspección y la obsesión por el silencio), R. López Velarde (la ágil construcción de imágenes, atmósferas de provincia, brotes de sensualidad y un humor melancólico) y J. Juan Tablada (síntesis poéticas, efectos vanguardistas).
I. El Alba (Dawn)
II. Elegía (Elegy)
III. Cantarcillo (Cute little song)
IV. La Tarde (Afternoon)
V. / VI. Nocturno – Oración (Evening song – Prayer)
Textos de José Gorostiza – Canciones para cantar en las barcas (1925)
Fuente: Festival Internacional Divertimento
Comentarios