Jerjes Valer Sabadus
Arsamene Terry Wey
Amastre Katarina Bradic
Ariodate Torben Jürgens
Romilda Heidi Elisabeth Meier
Atalanta Anke Krabbe
Elviro Hagen Matzeit
Orquesta y Coro de la Ópera alemana en el Rin
Música Georg Friedrich Handel
Concertador Konrad Junghänel
Escena Stefan Herheim
Escenografía Stefan Herheim
Vestuario Gesine Völlm
Iluminación Franck Evin
Dir. de Coro Patrick Francis Castaño
Dramaturgia Alexander Meier-Dörzenbach
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Jerjes el persa
Los personajes de la ópera de Handel se basan en la descripción de Heródoto del rey persa Jerjes y su campaña contra Grecia. El libreto se centra en una ficticia conspiración de amor entre la comitiva de Jerjes. El rey desempeña un importante papel, ya que su invasión de Grecia le proporcionaría nuevos amantes para conquistar. Ayudados por la intriga, el travestismo y las letras confusas, los protagonistas persiguen, y finalmente logran, metas románticas en lugar de la gloria del Imperio Persa.
Las notas al programa original del estreno de 1738 dejaron al descubierto las libertades históricas en el libreto: “La estructura de este drama es tan fácil que no se debería molestar a la audiencia con un largo argumento para explicarla”. La base de esta historia son algunas de las tonterías y osadías de Jerjes, como el hecho de que estaba profundamente enamorado de un árbol y obsesionado con la construcción de un puente para unir a Asia con Europa. El resto es ficción.”
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Estructuras nuevas
La ópera experimenta con formas nuevas de dramaturgia musical. Aunque es una ópera seria, las ambigüedades de la trama usan elementos cómicos y satíricos para dar flexibilidad a la estructura habitual. El público del estreno no sabía cómo procesar esto. Ninguna historia heroica es expuesta o desarrollada. Más bien, en el centro de la acción están los conspiradores con sus agendas y sentimientos personales.
También la música era diferente a lo que el público estaba acostumbrado. En lugar de arias da capo de larga duración en las que los protagonistas reflexionan sobre su destino, hay muchas arias cortas y recitativos concisos. Estos impulsan la trama de manera que se sentía apresurada para la época.
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Vestuarios engorrosos
A pesar de todas sus innovaciones musicales, Handel sabía que no debía interferir con lo que el público más quería: los vestuarios extravagantes. A pesar de ser impráctica, los hombres tenían que llevar la armadura de un capitán romano y las mujeres irían vestidas con faldas de aro inspiradas en la moda francesa. Estas vestimentas fueron usadas a regañadientes por los cantantes y disfrutadas por la audiencia cuando Jerjes se estrenó en el Teatro Queen en Londres, en 1738.
La vestuarista Gesine Völlm diseñó el vestuario para la Ópera alemana en el Rin. Los trajes opulentos de Jerjes cambian tan a menudo como sus tácticas, ello le da a sus oponentes poco tiempo para descansar. Esto se traduce en una especie de “Show de los Muppets barroco”, como el célebre director noruego Stefan Herheim describe a esta espectacular producción.
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Handel y los castrati
La mayoría de los personajes principales de Handel son para voces altas, a menudo castrati. Uno de los más famosos fue Farinelli, quien dirigió una compañía de cantantes estrellas. Después de que Farinelli se fue de Londres hacia Madrid, fue reemplazado por el castrato Gaetano Majorano, quien tomó el nombre artístico de “Caffarelli”. Fue él quien interpretó por primera vez el papel de Jerjes. Como todos los castrati, una vez que ganó algo de fama en el mundo de la ópera, se aseguró su futuro financiero y su estatus.
Los compositores dejaron de escribir papeles para castrati en el siglo XIX, cuando las cantantes femeninas se hicieron cargo de los personajes heroicos del antiguo repertorio. Desde el auge de la ejecución instrumental históricamente informada, los contra-tenores han ido reemplazando lentamente a las mujeres en estos roles.
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El amor nunca está lejos del árbol.
A pesar de los elementos cómicos en la ópera, la música tiene todos los rasgos dignos de una ópera seria, en especial con la célebre “Ombra mai fu”. En esta aria, el rey admira un árbol que le está proporcionando sombra, pareciera que estuviera cantando a una mujer que amaba profundamente. Fue difícil para las primeras audiencias de la ópera su mezcla de géneros y apreciar la sátira en esta escena. Pero con el paso del tiempo, Handel llegó a ser considerado como un genio cómico por la forma en que combinaba situaciones absurdas con melodías heroicas. “Ombra mai fu” es clara, majestuosa y atemporal. También es muy cercana al ariade Jerjes de Giovanni Bonocini, escrita 45 años antes. Ahí queda el dato…
Fuente: Opera Vision
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