¿Qué sucede cuando uno de los compositores mexicanos más interesantes de la segunda mitad del siglo XX, Julio Estrada (1943), decide escribir sobre uno de los compositores mexicanos más importantes de la primera mitad de ese mismo siglo, Silvestre Revueltas (1899-1940)? El resultado es Canto roto: Silvestre Revueltas, un espléndido libro en el que el también musicólogo, pedagogo e investigador traza una profunda semblanza de un creador que, aunque coincidió temporalmente con el movimiento musical nacionalista mexicano, escapó a las áridas etiquetas gracias a su inclasificable genialidad.
Publicado en el 2012 por el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM en colaboración con el Fondo de Cultura Económica, Canto roto: Silvestre Revueltas está formado por seis ensayos en los que Estrada, con una pluma ágil y amena, nos presenta al compositor duranguense no como un ser mítico e incomprensible, sino como un ser muy humano e incomprendido. Así, pasamos de un entrañable retrato de la familia Revueltas —en la que la genialidad parece haberse instalado como en su casa— a un boceto de la admirable versatilidad de Silvestre como artista (que lo mismo se inspiraba en sonsonetes escuchados en la calle o adoptaba las búsquedas estéticas de las vanguardias musicales europeas para componer, por igual, una obra de cámara, una pieza sinfónica, una partitura para cine o un ballet) y luego a un espléndido análisis de sus cuatro cuartetos para cuerdas, obras esenciales dentro del corpus creativo revueltiano. También, guiados por su ideología política, lo acompañamos en sus viajes al extranjero y somos testigos de su relación con músicos que fueron sus contemporáneos, entre ellos Manuel M. Ponce, Julián Carrillo y, sobre todo, Carlos Chávez. De hecho, el texto más extenso del libro aborda la enemistad con este último, inequívoco ejemplo de cómo el poder político puede silenciar al arte por un absurdo capricho.
El libro se complementa con abundantes fotografías, cartas y partituras de Revueltas, y por sus páginas desfilan también figuras como Salvador Contreras, José Pablo Moncayo, Octavio Paz, José Pomar, Elena Garro, Manuel Álvarez Bravo y Conlon Nancarrow, transportándonos a una vertiginosa época de efervescencia creativa que quedó retratada de singular manera en la obra de Silvestre Revueltas, igual de breve, intensa y excepcional que su vida.
Julio Estrada, Canto roto: Silvestre Revueltas, Fondo de Cultura Económica, 2012
Silvestre Revueltas: El afilador / Camerata de las Américas, dirige Enrique Arturo Diemecke
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