Xochicuicatl cuecuechtli (Canto florido de travesuras) es una ópera que a la cultura náhuatl mediante la comunión entre poesía, baile, música y canto que fue compuesta por el musicólogo mexicano Gabriel Pareyón con base en el texto homónimo del siglo XVI, incluido en el libro Cantares mexicanos, reeditado en 2011 por Miguel León-Portilla.
La ópera está basada en el Xochicuicatl cuecuechtli, un “poema” compilado en el siglo XVI por Fray Bernardino de Sahagún, a través de sus escribanos mexicas. De autoría anónima, este texto aborda el erotismo y la sensualidad en el mundo azteca y se considera antecedente del albur mexicano.
De acuerdo con Miguel León-Portilla, investigador emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), “los Cantares mexicanos son composiciones escritas en náhuatl que transvasan lo que originalmente se comunicaba por la oralidad o por los códices con caracteres glíficos y pinturas”, que era la manera que tenían los mesoamericanos de conservar el recuerdo de lo que pensaban.
Se llaman cantares –continuó el académico– porque estas composiciones en verso no solo se recitaban, sino que se cantaban al son del teponaztli (percusión de madera) o el huehuetl (tambor con membrana), pero también se acompañaban con danzas y cantos. Estos poemas, muchos de honda reflexión, eran la conjunción de bailes, cantos, fiesta y copal, según el experto en cultura náhuatl.
El montaje de Xochicuicatl cuecuechtli fue resultado de las exhaustivas investigaciones musicales, literarias y lingüísticas realizadas a lo largo de una década por el compositor y musicólogo Gabriel Pareyón (Jalisco, 1974), investigador titular del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Música “Carlos Chávez” (Cenidim), institución que integró este proyecto a su línea de investigación de la ópera en México “José Antonio Alcaraz”.
Su producción y montaje pudo lograrse en septiembre de 2014 con apoyo logístico y financiero del Cenart, que presentó esta pieza con gran éxito y localidades agotadas en el marco de su 20 aniversario.
Xochicuicatl cuecuechtli narra la llegada de un extranjero llamado Tohuenyo,proveniente de Cuextlán, el país de los huastecos. Este joven ágil, alburero y atractivo, seduce a las ahuianimeh (jóvenes “alegradoras”), quienes tras un jugueteo erótico lo abandonan, dejándolo sumido en la tristeza. Xochipilli –deidad mexicana de las flores, la música, el amor juvenil y las enfermedades venéreas– obsequia al desconsolado Tohuenyo una huilacapiztli (ocarina en forma de ave) para que se alegre con su música, haciendo alusión a lo efímero de la vida.
“Las ahuianimeh (ahuiani, en singular) eran compañeras de baile de los guerreros aztecas, cumplían una función muy específica en la élite social del México prehispánico que era darles placer. Sin embargo, no eran consideradas prostitutas como tal, al menos no como lo entendemos en el mundo occidental”, explicó Pareyón, quien tardó tres años en componer esta ópera. Fray Bernardino de Sahagún las llamó “alegradoras” porque el verbo ahuia significa alegrar en náhuatl.
En diversos documentos “hay pistas sobre el Tohuenyo, un huasteco vendedor de chiles que en sus viajes y aventuras enamoraba muchachas. Fue un personaje muy popular en el México de los siglos XIV al XVI”, continuó el autor de la obra.
Una característica importante de este montaje es la participación de una orquesta compuesta únicamente por instrumentos de origen prehispánico, para la cual fue creada una partitura con una notación original, distinta al pentagrama europeo tradicional y desarrollada a partir de símbolos de la iconografía antigua de México.
El percusionista y compositor José Navarro Noriega dirige a la orquestaKuauhkiauhtzintli (Lluvia de palos), a cargo de musicalizar esta obra que incluye instrumentos como el teponaztli y el huehuetl, así como ocarinas, sonajas, flautas y hasta molcajetes, pero también la danza sobre tarima de artesa, como un instrumento más.
La danza de artesa –de origen precolombino– aún sigue practicándose en estados como Guerrero y Michoacán. Se basa en el principio de entender la tierra como un instrumento sonoro y al ser humano como su percutor.“Xochicuicatl cuecuechtli introduce componentes que no se habían usado ni en la ópera europea ni en la mexicana de los últimos cinco siglos: la danza como instrumento musical, la invención de una escritura que esencialmente depende de la relación instrumental con la vocalización del náhuatl, pero sobre todo la estructuración dramática en la que todos los elementos son de igual importancia y conviven en casi todos los compases de la partitura”, planteó la doctora en Artes Escénicas Enid Negrete, coordinadora general y diseñadora escénica de la obra.
El compositor e intérprete de música tradicional César Juárez-Joyner actúa primero bajo la figura de un Cuicamatini (cantor) y luego de Xochipilli. El actor y acróbata Ricardo Díaz Mendoza –quien dio vida a Cut Roc en la película Apocalypto de Mel Gibson– interpreta al Tohuenyo, en tanto la cantante de ópera Libertad Hernández, la bailarina Alma Priscella Uvalle, la coreógrafa y bailarina Silvia Moreno y la actriz Abril Mondragón personifican a las ahuianimeh.
La puesta en escena contará con supertitulaje en español, producto de una versión libre y creativa desarrollada por Pareyón, a partir del texto original, cuyas traducciones fueron realizadas por el filólogo e historiador Ángel María Garibay y por el doctor en Letras e investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM Patrick Johansson, en 1956 y 2004, respectivamente.
Como dato adicional, Xochicuicatl cuecuechtli se presentó en agosto de 2014 en el Centro Cultural El Tecolote, en Arcelia, Guerrero, ante más de 300 personas, muchas de ellas provenientes de comunidades indígenas de lengua náhuatl y de una región azotada por la pobreza y el narcotráfico. Poco después tuvo una corta temporada en el Cenart.
En esta que será su segunda temporada en el Cenart, Xochicuicatl cuecuechtli se presenta con un nuevo vestuario diseñado y realizado por David Gremard Romero, quien junto con Jorge Serrano también está a cargo del maquillaje corporal de los intérpretes de la ópera.
El diseño escénico de esta obra fue seleccionado para participar en la Cuadrienal de Diseño y Espacio Escénico de Praga, a realizarse en junio próximo; luego, el montaje cerrará las actividades de la Asociación Cultural de la Bibliomusicineteca, en Barcelona, España.
El compositor de esta “opera”, Gabriel Pareyón, es doctor en Filosofía por la Universidad de Helsinki con especialidad en Musicología. Desde 2011 es profesor del Programa de Maestría y Doctorado en Música, de la UNAM; además es tutor y asesor en el posgrado del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara, en el área de Sociología de la Música.
Desde 1995 es integrante titular del Cenidim, del Instituto Nacional de Bellas Artes, donde tiene a su cargo el Seminario de Ciencias y Teorías de la Música (SeCiTeM). Ha publicado libros y artículos sobre Estética, Semiótica e Historia y Teoría de la Música, incluyendo el libro On Musical Self-Similarity (2011), que abre el camino en la investigación de la autosemejanza en las artes. Pareyón también es integrante del Sistema Nacional de Creadores de Arte (Fonca).Enid Negrete es doctora en Artes Escénicas por la Universidad Autónoma de Barcelona y licenciada en Literatura Dramática y Teatro por la UNAM; también realizó estudios teatrales y musicales en Nueva York e Inglaterra. Ha participado en 20 festivales nacionales e internacionales y ha realizado más de 50 producciones profesionales.
Coordinó y asesoró los recitales televisivos de Plácido Domingo y Luciano Pavarotti en 1997. Participó como directora de escena en el XX Century Opera Program del Banff Center for the Arts, en Canadá, y en el Festival Albert Roussell en Francia. En 2002 fue invitada al Working Experience Programme por el Royal Opera House de Londres. En 2004 presentó su trabajo sobre el
Teatro Real de Madrid en el Congreso de Museos y Bibliotecas de Artes Escénicas de Europa. También ha colaborado como productora en el Gran Teatre del Liceu y dirige el proyecto de rescate de su archivo histórico desde 2007.
José Navarro Noriega, el director de Xochicuicatl cuecuechtli, es músico, percusionista, improvisador y compositor. Licenciado en percusiones por la Escuela Vida y Movimiento del Conjunto Cultural Ollin Yoliztli, actualmente finaliza su tesis de Maestría en Composición en el Posgrado de Música de la UNAM. Es fundador y director del grupo de percusión y danza mexicana contemporánea con instrumentos precolombinos Kuauhkiauhtzintli (Lluvia de palos) con el que ha producido un disco y se ha presentado en México, Perú y España.
Ha compuesto música para numerosas producciones de teatro, danza, cortometrajes, documentales y seis largometrajes.La obra tendrá tres funciones, los días 24, 25 y 26 de abril, en el Teatro de las Artes del Cenart, a las 20:00, 19:00 y 18:00 horas, respectivamente. El costo de los boletos es de 150 pesos en zona preferente y 100 pesos en galería, e incluye el acceso, una hora antes de cada función, a una conferencia magistral sobre el cantarXochicuicatl cuecuechtli, impartida por Gabriel Pareyón y el especialista en cultura náhuatl e investigador de la UNAM Patrick Johansson.Venta de boletos en TicketMaster (sin descuento) y en las taquillas del Cenart, donde únicamente aplican los descuentos oficiales para estudiantes, maestros, Inapam, Sépalo y Maestros a la Cultura con credencial vigente.
El Centro Nacional de las Artes se localiza en Río Churubusco 79, esquina Calzada de Tlalpan, Colonia Country Club, Delegación Coyoacán, cerca de la estación del Metro General Anaya.
Fuente: Cenart
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