Hugo Wolf (1860-1903), uno de los grandes compositores de Lieder del s. XIX, poseía un talento especial para plasmar en su música los estados psicológicos de los poemas que escogía. Compuso unas 300 canciones, muchas de ellas penetrantes y profundas. Los ciclos más notables se les conoce por los autores que musicalizaba: Los Mörike lieder, los Mignon lieder de Goethe, que son incomparables, además de los Eichendorff lieder, en donde Wolf alcanzó una cumbre expresiva. Menos conocidas son sus obras de cámara y orquesta, música de igual valor; por ejemplo, sus cuartetos de cuerda y algunas suites. Siendo seguidor de la técnica del cromatismo extendido impulsada por Wagner y Liszt, su lenguaje se ubica en un romanticismo tardío en el que la innovación armónica parece ser siempre un objetivo, claro, siempre en servicio de los objetivos expresivos.
Wolf vivía habitualmente al día y aunado a ello padeció de trastornos psiquiátricos que le persiguieron prácticamente desde la primera adultez hasta su muerte. Para 1896, la enfermedad había entrado en una etapa crítica y sus cambios de humor a muchas personas a quienes les importaba profundamente. El 19 de septiembre de 1897, se quebró, culpando a Mahler, su amigo durante 20 años y antiguo compañero de habitación, de sabotear su única ópera Der Corregidor. Un año después intentó suicidarse y eventualmente fue ingresado a una clínica psiquiátrica en donde murió el 22 de febrero de 1903.
1. Mignon Lieder (Goethe)
Arleen Auger, soprano
Irwin Gage, piano
2. Eichendorff Lieder
Dietrich Fischer-Dieskau, barítono
Gerald Moore, piano
3. Mörike Lieder
Ian Bostridge, tenor
Antonio Pappano, piano
4. Serenata italiana
Francois Leleux, conductor
Norwegian Chamber Orchestra
5. Cuarteto de cuerdas en re menor
Quaertetto Prometeo
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