El contrabajo es el más grande y el más grave de los instrumentos de cuerda frotada utilizado actualmente. En una orquesta sinfónica se incluyen a menudo ocho o diez contrabajos, cuyo profundo y resonante sonido constituye la base de la sección de cuerdas y de la orquesta en su totalidad. El contrabajo mide 185 cms. de largo y se apoya por lo tanto en el suelo mientras que el intérprete lo toca de pie o sentado en una silla alta.
La forma del contrabajo es ligeramente diferente a la del violín, la viola o el violonchelo: los hombros son más sesgados y el fondo más plano. Originalmente los contrabajos tenían tres cuerdas. Hoy en día tienen cuatro, afinadas por cuartas y, a veces, una quinta cuerda afinada en Do bajo, de manera que su registro se encuentra exactamente una octava por debajo del registro del violonchelo.
Fuente: Roy Bennett, Léxico de música, Madrid, Akal, 2003.
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