En la Ciudad de México está instalado uno de los carillones más importantes del mundo, en la torre insignia de Nonoalco-Tlatelolco. Cuenta con 47 campanas y fue construido por la casa Verdin, el proveedor y constructor de campanas y relojes de torre más grande del mundo. Pero, ¿qué es un carillón?
El término carillón (original, francés) tiene varias acepciones: (1) Conjunto de campanas que producen un sonido armónico y permiten ejecutar melodías ya sea por medio de un teclado y pedales o bien, mecánicamente; en ocasiones fue denominado órgano aéreo. (2) Registro de órgano que imita los toques de campanas. En alemán, el término es Glockenspiel; en inglés, chimes; en italiano, soneria di campane, organo di campane).
La idea de alcanzar una serie de sonidos a través de unas campanas procede de los pueblos del Asia central. En los templos budistas, este primitivo campanólogo fue un elemento iniciático, cuyo sonido debía facilitar el camino hacia el éxtasis. Su uso en Europa no comenzó a ser notorio hasta el otoño medieval, y lo fue sobre todo en Flandes pero hay noticias de su presencia en el siglo XI.
En el siglo XIV se dispuso en lo alto de las torres, aumentando el número y tamaño de las campanas, reemplazando un siglo más tarde al toque manual un primitivo teclado que sería perfeccionado durante las centurias siguientes, hasta llegar a un tipo sofisticado de teclado en el siglo XVIII que permite mayor precisión y velocidad en el ataque. La incorporación de la tecla se atribuye a un constructor flamenco en el siglo XV, y fue a partir de entonces cuando comenzaron a construirse grandes carillones como los de Santa Catarina en Ruán, Saint Germain en París y otros muchos – Amberes, Brujas, Dijon. El teclado del carillón no se digita sino que se toca con los puños. Compositores como G. F. Handel (1685-1759) incluyó un pequeño juego de campanas en su oratorio Saul , entre 1770 y 1793, F.J. Haydn compuso 32 piezas para carillón, la mayoría de ellas incluidas en pequeñas colecciones, además de una conocida Marcha.
Ramón Andrés, Diccionario de instrumentos musicales, Barcelona, Vox Bibliograf, 1995.
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