por Ricardo Rondón
Electra
Estreno: Ópera de la Corte de Dresde, 1909)
Libretto: Hugo Von Hofmannstal, basado en Sófocles
Después de llevarnos a la hedionda corte de Herodes, en Salomé, Strauss cambió de rumbo hacia la Grecia antigua. Camino a la guerra de Troya, las tropas se quedaron varadas en Áulide, sin viento alguno. A cambio de asistirlos, los dioses exigieron el sacrificio de Ifigenia, hija del general. Sujeto a la presión de todos, Agamenón le dio muerte a su hija. Al regresar victorioso de Troya, Agamenón es asesinado en su hogar por su esposa Clitemnestra y su amante Egisto. Tres hijos del matrimonio permanecen vivos: Electra, Crisóstemis y Orestes. Electra sueña con el momento de vengar a su padre y está obsesionada con la idea. Crisóstemis busca una vida de paz y normalidad. Orestes ha sido dado por muerto pero al final regresa y da muerte a su madre y al amante de ella ante el regocijo de Electra. Ella muere presa de un éxtasis gozoso.
Sir Georg Solti dirige una presentación intachable que encierra la tragedia con tonos orquestales deslumbrantes. Birgit Nilsson es una Electra de ensueño o mejor dicho, pesadilla porque transmite todas las facetas de esta mujer presa de deseos de venganza. Vocalmente es un prodigio de salud vocal y expresividad. Regina Resnik es una Clitemnestra impresionante que hasta transmite miedo. El resto del elenco es magnífico y la Filarmónica de Viena se luce esplendorosa. (Decca).
Der Rosenkavalier (El Caballero de la rosa)
Estreno: 1911, Teatro de la Corte de Dresde
Libretto de Hugo Von Hofmannstahl
La acción transcurre en Viena en los primeros años del reinado de Maria Teresa, s. XVIII.
Una hermosa aristócrata, la Mariscala, envía a su joven amante Octavian, al hogar del rico burgués Faninal para pedir la mano en matrimonio de su hija Sophie. La misión consiste en entregarle a la prometida una rosa de plata. Solicita así a nombre del Baron Ochs, primo de la Mariscala, permiso para contraer matrimonio. Octavian y Sophie se enamoran a primera vista y estos jóvenes deciden tenderle una trampa al grosero Ochs. Salen triunfantes y Ochs tiene que abandonar las posibilidades de una dote matrimonial, y la Mariscala, una mujer madura, se resignará a renunciar a su joven amante.
Nuevamente recomendamos la edición que dirige Sir Georg Solti, que conoció al compositor y que cuenta con la Filarmónica de Viena para darle un lustre orquestal maravilloso a la partitura que abunda en riqueza melódica, además de un sabor de vaivenes que describen los valses. Regine Crespin es una Mariscala fabulosa, de timbre delicioso y femenino y la autoridad necesaria para poner a Ochs en su lugar. Yvonne Minton le da belleza vocal e interpretativa a Octavian y Helen Donath es la angelical pero romántica Sophie. Manfred Jungwirth ofrece un Ochs que hasta incluye un acento vienés sabroso.(Decca)
Ariadne auf Naxos
Libretto de Hugo Von Hofmannstahl
Estreno: Teatro de la Corte de Stuttgart, 1912
El hombre más rico de Viena ofrece una fiesta y para entretener a sus invitados organiza simultáneamente el montaje de una pieza cómica y una ópera trágica. Zerbinetta y Ariadne, la cómica y la heroína han de compartir un solo escenario. La tragedia toma tintes inesperados y se vuelve una expresión inolvidable del romanticismo de Strauss.
Kurt Masur dirige una opulenta realización de esta joya frente a la Orquesta del Gewandhaus de Leipzig. Jessye Norman es una Ariadne impresionante e irresistible. La belleza de su voz y la proyección de los textos son inmejorables. Paul Frey es un excelente Baco y Edita Gruberova enfrenta los retos estratosféricos de Zerbinetta con seguridad y aplomo. En todos sentidos es una feliz presentación. (Philips). Debemos incluir la versión EMI que dirige Herbert Von Karajan frente a la Orquesta Philharmonia, con Elisabeth Schwarzkopf, Rudolf Schock, Rita Streich e Irmgard Siegfried. Esta es una Ariadne histórica, realizada por expertos artistas, los mejores de sus tiempos.
Die Frau Ohne Schatten (La mujer sin sombra)
Libretto de Hugo Von Hofmannstahl
Estreno: Opera Estatal de Viena, 1919
Esta es una de las óperas cuyo argumento es de los más complicados que conocemos pero con la debida atención, la música se encarga de esclarecer su contenido original y sobrecogedor. Es la única obra musical en donde participan las voces de niños no natos y la fertilidad o falta de ella es un tema central. La acción ocurre en un país legendario en tiempos antiguos. Dos parejas tienen que enfrentar una serie de pruebas: el Emperador y la Emperatriz (del mundo de los espíritus), y el Tintorero y la Tintorera (en el mundo humano). La Emperatriz asume el destino de un ser humano y el Emperador atenúa su amor posesivo. Ambos acaban ejerciendo la piedad de los hombres.
Wolfgang Sawallisch fue uno de los verdaderos expertos en la música de Strauss, habiendo dirigido todas las óperas en un Festival Conmemorativo. Su grabación para EMI es absolutamente intachable, apoyando las dimensiones musicales y las caracterizaciones de los solistas con pasión y penetración psicológica. El tenor René Kollo está en buena voz como el Emperador y Cheryl Studar suena radiante como la Emperatriz. Alfred Muff y Ute Vinzing brillan como el matrimonio de Tintoreros y Hanna Schwarz comunica toda la maldad de la Nodriza. La Producción de la Opera Estatal Bávara es de primera como lo es el sonido que debe proyectar en todo momento la enorme cantidad de sucesos que forman esta composición.
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