Sinfonía no. 4 de Gustav Mahler

Orquesta Sinfónica de la Radio de FrankfurtMojca Erdmann, sopranoAndrés Orozco-Estrada, director Durante tres años, Mahler no había compuesto casi nada. Sus tres primeras sinfonías sólo […]

Por Música en México Última Modificación agosto 23, 2021

Orquesta Sinfónica de la Radio de Frankfurt
Mojca Erdmann, soprano
Andrés Orozco-Estrada, director

Durante tres años, Mahler no había compuesto casi nada. Sus tres primeras sinfonías sólo habían tenido un éxito esporádico, si es que se interpretaban, y estaba consumido por la tarea hercúlea de su nuevo trabajo: dirigir la Ópera Imperial de Viena. Sus días en la ópera, sin embargo, consistían en batallas sin fin con los músicos, escenógrafos, administradores… y especialmente cantantes. Cuando los artistas recalcitrantes se sentían intimidados por sus demandas, a menudo expresaban su dolor a la prensa antisemita, que estaba encantada de publicar historias exageradas y feas sobre el nuevo director de la ópera. Sin embargo, poco a poco, sus reformas se fueron afianzando.

El precio de la perfección artística no fue solo una lucha incesante, sino también una pérdida de tiempo. Mahler tuvo que obligarse a ignorar las ideas musicales que se le ocurrían durante la temporada de ópera porque no tenía tiempo para la composición. Sus vacaciones de verano, que normalmente eran el mejor momento para componer, se volvieron extrañamente improductivas, y solo logró escribir algunas canciones breves, aunque magistrales. El verano de 1899 había estado tan seco de ideas como los dos veranos anteriores; peor, de hecho. Mahler sufría en ese entonces de males estomacales. Pero después de pasar varias horas en la habitación más pequeña de la casa, salió con una canción recién compuesta: “Revelge”, ahora considerada como una de sus mayores obras maestras. El propio Mahler nunca se cansó de relatar las inusuales circunstancias de su creación.

Con una obra terminada, pronto comenzó a tomar forma en su mente otra: una sinfonía. Mahler se apresuró a escribir todo lo que pudo, temiendo tener que volver a la temida rutina de la ópera antes de poder terminarla. En sólo diez días logró esbozar lo que se convertiría en su Cuarta Sinfonía, pero estaba lejos de terminar. Mahler dejó el resto para el verano siguiente, angustiado por la idea de que tal vez no sería capaz de recordar cómo fue después de los meses intermedios. Decidido a no tener distracciones el próximo verano, Mahler compró un terreno en un pueblo alpino más tranquilo e hizo construir una casa allí. Además del edificio principal, también había una pequeña cabaña a cierta distancia, rodeada de árboles. Le tomó algunas semanas adaptarse, pero para su gran alivio pronto encontró que la música volvía a él. Trabajando todo el día, Mahler compuso una obra nueva e inusual que exploraría temas de infancia, inocencia y espiritualidad, completándola apenas unas semanas después de su cuadragésimo cumpleaños.

Fuente: Notas al programa de la Houston Symphony Orchestra

Música en México
Escrito por:
Redacción. Música en México tiene la misión de promover la música clásica – y la música nueva – en México, y de dar a conocer una selección de las actividades musicales en el resto del mundo.

Comentarios

Escucha en directo
Música en México +
mostrar radio