Hanna Herfurtner, Soprano
Joowon Chung, Soprano
Andreas Scholl, Contratenor
Bach Consort Viena, dirigido por Rubén Dubrovsky
Alrededor de la década de 1720, Vivaldi compuso en un solo movimiento Lauda, Jerusalem para dos coros de cuatro partes, cada uno con una soprano solista, y cuerdas. El salmo es apropiado para los domingos, incluido el Domingo de Resurrección. En una etapa posterior, quizás en 1739, cuando se le encargó que suministrara nuevas obras a la Pietà, Vivaldi escribió en el manuscrito los nombres de sus cuatro niñas del coro, dos a la vez, pero no está claro si llevó a cabo el plan para presentarlo. La Lauda revela la enorme influencia que los conciertos de Vivaldi tuvieron en su música sacra, ya que se observan los principios de la forma ritornello de manera bastante estricta, alternando secciones con partitura completa y partitura ligera, e insertando episodios libremente concebidos entre pasajes basados en material recurrente. Vivaldi es más convincente cuando llega a la Doxología, cuyo tema se basa en el de otra Lauda de un compositor desconocido, en su colección.
Fuente: Michael Talbot para Hyperion
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