La música siempre ha ocupado un lugar importante en las actividades masónicas. El secreto característico en torno a la masonería imposibilita un análisis exacto del papel de la música en la cofradía, por lo tanto no es posible hacer una descripción completa del repertorio destinado al uso de estas logias. En sus inicios, según consta en algunas publicaciones existentes, la música utilizada en las reuniones de las logias consistió, al parecer, en himnos en un principio y, más adelante, en canciones para entonar al unísono. Ricos repertorios con títulos como La Lire maçonne (1766) o Freimaurerlieder im Musik (1785) indican que solían cantarse adaptaciones de otros géneros, en particular arias de ópera. Algunos compositores de renombre han sido masones. La masonería fue de gran importancia en la vida de Mozart y fuente de inspiración de varias obras significativas.
Atraído por los ideales y la camaradería entre los masones, se integró a una logia vienesa en 1784 de la que fue miembro por el resto de su vida. Antes de eso ya había compuesto obras de relevancia masónica, pero a partir de su incorporación a la logia escribió también obras como las cantatas Dir, Seele des Weltalls K. 429/468a y Die Maurerfreude K. 471, y la canción Gesellenreise K. 468, todas para interpretarse en contextos masones; dos cantatas posteriores, Die ihr des unermesslichen Weltalls K. 619 y Laut verkunde unsre Freude K. 623, fueron escritas para uso ritual masónico. Se piensa que la denominada Música funeral masónica K. 477/479a, supuestamente dedicada a la memoria de dos hermanos masones, pero en el propio catálogo de Mozart fechada varias semanas antes de sus muertes, fue compuesta con otros propósitos.
Mahler Chamber Orchestra, dirige Daniel Harding
El libreto de Die Zauberflöte fue escrito por Emanuel Schikaneder, quien durante algún tiempo fuera masón. La obra contiene simbolismo masónico en los templos y en la hermandad “iluminada” profesada por Sarastro, así como en las escenas de conflicto, mientras que la música, en sus tonalidades (mucha de la música masónica de Mozart está en mi bemol mayor) y sus repeticiones triples, refleja aspectos del pensamiento masón. Su música masónica tiene un carácter distintivo, solemne y a la vez exaltado y a menudo alegre. Mozart hizo mención de las enseñanzas masónicas en la conmovedora carta que escribiera a su padre moribundo; también pidió ayuda a un hermano masón, Michael Puchberg, para solventar sus dificultades económicas. Se ha sugerido que Mozart aparece en una pintura de 1790 perteneciente al Historisches Museum der Stadt Wien, que retrata una reunión de la logia Zur gekrönten Hoffnung.
Se sabe que Haydn fue miembro de una logia vienesa, al menos por un breve tiempo, como también lo fue Beethoven. En Francia, Clérambault y Rameau fueron algunos de los que tuvieron contacto con los francomasones. Entre los compositores del siglo XIX que se piensa fueron masones están Spohr, Ole Bull y Puccini; al parecer, Liszt también estuvo interesado en la masonería. Los principales compositores actuales de música para uso masón son figuras menores.
Fuente: Latham, Alison. Diccionario enciclopédico de la música. Fondo de Cultura Económica, 2008.
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