Existe un canon cuando varias voces ejecutan la misma melodía y comienzan las unas después de las otras.
La práctica existe en la música – culta y popular – desde el siglo XIII : pensemos en Frere Jacques (Martinillo), que Mahler retoma – y en canon – en el tercer movimiento de su primera sinfonía.
Los compositores recurren a distintos tipos de cánones: las partes pueden ser rigurosamente idénticas, pero también entrar con notas diferentes (conservando, por supuesto, el mismo diseño melódico), y poseer cada una su propio ritmo.
Fue muy utilizado en el Renacimiento y después por Bach (la Ofrenda musical, las Variaciones Goldberg, El arte de la fuga, etc.), y pierde presencia a partir de la época barroca.
Pero renace en el siglo veinte como repulsa al romanticismo (Bartok, Stravinski, Hindemith), como medio para asegurar la unidad de la obra (Lux aeterna y Lontano de Ligeti, donde las partes son tan numerosas que no se escucha el canon), o para nutrir un discurso fundado en la repetición (Piano Phase o Música para instrumentos de martillo, voces y órgano de Steve Reich).
Autor: Hélene Cao.
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