
La revolución de Wagner
Las óperas de Richard Wagner transforman definitivamente el rostro de la cultura occidental abriendo las puertas a las inquietudes del siglo XX. La historia de […]
Las óperas de Richard Wagner transforman definitivamente el rostro de la cultura occidental abriendo las puertas a las inquietudes del siglo XX. La historia de […]
Con Franz Liszt la música europea se abre a nuevos horizontes y comienza a imaginar nuevos mundos y nuevas sonoridades.
Las óperas de Giuseppe Verdi han fascinado generaciones de melómanos y neófitas por la belleza de su música, la fuerza teatral de sus personajes y su extraordinaria capacidad de interpretar el mundo y al ser humano.
En 1830 llega a París un joven pianista polaco que transformará la música para piano. Su nombre era Fryderyk Chopin.
Austria y Alemania se enfrentaban con la herencia beethoveniana hacia nuevos horizontes instrumentales.
Robert Schumann, un genio inquieto que encuentra en las fracturas de su época el espacio ideal para desarrollar su fantasía inagotable.
En Alemania, nuevo centro musical del romanticismo sinfónico, aparece el genio de Félix Mendelssohn Bartholdy: su música busca equilibrios en un siglo de tormentos.
Protagonista, junto a Vincenzo Bellini, del bel canto después de Rossini, la ópera italiana busca un nuevo diálogo con el romanticismo europeo. El resultado cambiará la historia.
Vincenzo Bellini transporta el teatro musical italiano hacia horizontes plenamente románticos.
Nacido en Pésaro en 1792 y muerto en París en 1868, Rossini fue el protagonista absoluto de la Europa que nació tras la derrota de Napoleón.
Mientras que el mundo alemán se dejaba seducir por sus nuevos ideales románticos, Italia, reina del Mediterráneo, sigue viviendo de ópera.
Tras la derrota de Napoleón, el romanticismo musical pierde sus ideales revolucionarios y heroicos. Se abren nuevos caminos, más íntimos y burgueses.